diversas casas encuestadoras han mostrado y coincidido por meses en que prácticamente seis de cada 10 mexicanos aprueban la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador. Hace apenas unas horas Consulta Mitofsky anunció que tiene su mejor nivel de aprobación en los últimos 15 meses.
Mitofsky muestra en su desglose por tipo de ocupación que 7.2 de cada 10 trabajadores del sector informal lo aprueban, pero el número no dista tanto de los empleados donde 6.7 de cada 10 también lo aprueban,
Sus números más “bajos” de aprobación, de acuerdo con Mitofsky, están en el sector empresarial con seis de cada 10, y en los estudiantes con 5.6 de cada 10, pero son números que siguen manteniendo un promedio muy alto de aceptación.
¿Qué pasa con la popularidad del presidente? Es una pregunta obligada en el México de hoy. Obligada para todos, tanto para una oposición que todavía parece no haber encontrado una forma efectiva de incidir en el ánimo de la gente, y obligada también para los militantes y simpatizantes del partido en el poder, quienes tampoco tienen cómo traducir esta popularidad en votos, y nuevamente van a una elección sin el presidente en la boleta.
Hoy nadie sabe explicar con precisión estos niveles de aceptación aún y cuando el país navega en medio de una pandemia que en México ha costado la vida de más de 160 mil personas y en China que tiene 10 veces más población se ha llevado la vida de cinco mil personas.
Hoy nadie entiende porque si se han perdido millones de empleos y la caída en la economía ha sido desastrosa para millones y millones de familias, la aprobación siga siendo tan alta.
Muchos dudan de la veracidad de los resultados que muestran las encuestadoras, lo cierto es que todas coinciden. Quizá la pregunta debería ser ¿por qué nadie se dio cuenta antes de que el enojo social era tanto?
Pareciera que mostrarse como un presidente muy cercano a la gente y entregar millones de pequeños apoyos sociales es una base social más fuerte que cualquier mal resultado de gobierno.
Veremos el papel de la oposición, el trabajo político del partido de la mayoría y las decisiones que vaya tomando el país. Solo recodar: una democracia sin votos informados es un concurso donde gana el más popular y no necesariamente el mejor. _