Muchas veces buscamos el hilo negro en la política, creemos que de la comunicación en redes sociales depende el resultado de las elecciones; pero la realidad es que la política es la interacción persona a persona, es saber escuchar y entender la situación que viven día con día miles de ciudadanos que no encuentran respuestas en sus esfuerzos individuales.
¿Cuántos gobernantes verdaderamente entienden lo que es viajar de su casa al trabajo en un camión lleno de personas a más de 40 grados de temperatura?
¿Cuántos gobernantes entienden lo que es dormir sin la comodidad de un aire acondicionado?
¿Cuántos gobernantes entienden la desesperación de ver a sus hijos sin poder encontrar trabajo?
¿Cuántos gobernantes saben lo que significan que sus hijos se preparen en la escuela pública de la colonia?
Mientras nuestros representantes no entiendan la realidad que viven la mayoría de los ciudadanos, no podrán resolver sus problemas.
En política para resolver, primero hay que escuchar y entender. Un político alejado de la gente, es un pobre político. Sin caer en los excesos, requerimos políticos que más que pensar en su nombre, renuncien a las comodidades.
A la manera de Churchill, el problema de nuestra época consiste en que las personas quieren ser importantes y no útiles.
A menudo los políticos se preocupan por su legado de gobierno, pero la experiencia nos dice que cualquier obra por pequeña o importante que sea será olvidada, y un líder que no es guiado por el ego siempre resulta un mejor gobernante.
Ciudad Victoria, Tampico, Madero, Altamira y todo el estado requieren decisiones moralmente correctas y políticamente racionales. No es justo que falte el agua, no es justo que falte el trabajo, pero sobre todo no es justa la vida que le ofrecemos a la mayoría de nuestra gente.
A un año de las elecciones, se necesitan líderes; más que expertos y académicos, se necesitan perfiles que conozcan la situación de vida de la mayoría y no solo de los grupos privilegiados.
Se trata de gobernar para todos, y eso solo se logra entendiendo lo que viven los tamaulipecos de cada región, los de a pie. Faltan líderes, sobran políticos y sobran juniors que juegan a ser políticos.