hace poco más de 20 años, después de un largo proceso de redacción donde participaron personas muy destacadas de todo el mundo y organizaciones civiles, se lanzó la Carta de la Tierra.
Se trata de un documento con principios que, aplicados en una empresa, escuela, asociación o comunidad, buscan convertir conciencia en acción, el preámbulo de la Carta señala:
“Estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, en el cual la humanidad debe elegir su futuro. A medida que el mundo se vuelve cada vez más interdependiente y frágil, el futuro depara, a la vez, grandes riesgos y grandes promesas.
Para seguir adelante, debemos reconocer que, en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común. Debemos unirnos para crear una sociedad global sostenible fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz”.
Cuando la carta aborda los retos venideros, habla de dos caminos: “formar una sociedad global para cuidar la Tierra y cuidarnos unos a otros o arriesgarnos a la destrucción de nosotros mismos y de la diversidad de la vida”.
Señala que se necesitan cambios fundamentales en nuestros valores, instituciones y formas de vida, y sentencia con una frase que invita a la reflexión: “debemos darnos cuenta de que, una vez satisfechas las necesidades básicas, el desarrollo humano se refiere primordialmente a ser más, no a tener más”.
2020 fue un año que nos marcó a todos, es tiempo de repensar el futuro. La forma de intervenir en el futuro es desde el presente. Sólo el porvenir no ha muerto.
Frente a diferencias que se acrecientan como las brechas entre ricos y pobres; una mayor dificultad para mantener el sustento de nuestras familias; frente a escenarios de violencia y de devastación ambiental; y con a una pandemia que nos ha mostrado lo vulnerables que somos, tenemos que dejar de ver estas tendencias como inevitables, y volvernos más humanos.
Estamos llamados a que el 2020 signifique un reinicio, pero sobre todo a que el 2021, represente una esperanza renovada.
En 2021, salud y trabajo, pero principalmente solidaridad, empatía y amor por todos los seres que habitamos este mundo. Nos necesitamos ¡Feliz año! _