Política

133 kilogramos

Se está analizando en la Cámara de Diputados, una iniciativa para llevar a la Constitución, la prohibición del cultivo del maíz transgénico en México. Al respecto, lo primero que tenemos que decir es que se trata de un cultivo fundamental para la vida de todos los que vivimos en este gran país.

Cada mexicano consume en promedio 133 kilogramos (kg) de maíz al año. El país con un consumo más cercano al nuestro es Sudáfrica con 86 (kg); mientras que en Japón el consumo anual promedio es de apenas 800 gramos.

Consumimos 7 veces el promedio mundial; así de importante es el maíz para nosotros. Con 59 razas de maíces originarios y con maíces propios de la agricultura comercial, en todos los estados del país se desarrolla este cultivo.

Nuestros maíces nativos forman parte de nuestra riqueza cultural y gastronómica. Sin embargo, las variedades más cultivadas son el maíz blanco y el amarillo. El maíz blanco se produce para el consumo humano y el maíz amarillo tiende a destinarse al procesamiento industrial y al alimento del ganado.

Cada año necesitamos cerca de 48 millones de toneladas de maíz, y en números gruesos podríamos decir que importamos cerca del 50% de esas necesidades. Solemos ser autosuficientes en la producción del maíz blanco, con una producción de 23 millones de toneladas que son las que necesitamos para el consumo humano.

Pero en los últimos años, Sinaloa, que es donde se produce el 25% del maíz, ha resentido los estragos del cambio climático con sequías que han mermado su producción.

En maíz amarillo, producimos alrededor de 3 millones de toneladas al año; lo que quiere decir que importamos alrededor de 22 millones de toneladas, provenientes, casi todas, de los Estados Unidos, donde sí se cultivan semillas transgénicas.

El transgénico proviene de semillas modificadas con ingeniería genética de alta tecnología para hacerlo, por ejemplo, resistente a plaguicidas como el glifosato. Hay muchas posiciones en contra de su uso ya que podría tener efectos nocivos en la salud, aunque la industria argumenta que ello no ha sido comprobado.

Hoy que se propone llevar a la Constitución la prohibición de sembrar maíz transgénico -hecho que no ocurre en México-, la pregunta debería ser ¿cómo elevar la producción nacional?

Porque importamos una gran cantidad de maíz transgénico, y sí sigue cayendo la producción importaremos más. Como dicen: sin maíz, no hay país. Urgen estrategias de fondo.


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Saúl Barrientos
  • Saúl Barrientos
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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