Los acuerdos de la alianza PAN, PRI, PRD para seleccionar a sus candidatos para las seis gubernaturas de las próximas elecciones 2022 provocó un cúmulo de inconformidades dentro de los priistas hidalguenses, reprochando a su dirigencia nacional la forma de acordar con sus aliados para elegir a su candidata en Hidalgo, dando la consignación de la candidatura al PAN y condicionar que sea mujer por la paridad y que no sea panista, a sabiendas que el PAN no tiene la fuerza ni el capital político para tener estas facultades.
Lo anterior dio a entender que la realidad del acuerdo es que el PRI toma la decisión de elegir y proponer a su candidata Carolina Viggiano.
Lo visto es que articularon una estrategia maestra contra el candidato Israel Félix para privarlo de su derecho de participar, por la forma, tiempo que aplicaron el acuerdo y la manera del cómo propagaban el doble discurso de la unidad.
Dejan aparentemente la responsabilidad al PAN con las facultades que el PRI consigne a la candidata sin que se desgasten en la negociación para lograr algún acuerdo entre las fracciones Priistas, sabiendo que lo tenían muy difícil por la simulación que siempre gozan los priistas, motivo que deja el camino libre a Morena encabezada por Julio Menchaca.
Esta mala maniobra permite ver aspectos de una realidad en donde ya no permanecen ocultos los intereses de la dirigencia nacional, que los priistas no han aprendido del pasado y siguen repitiendo con frecuencia las malas experiencias generando más conflictos entre los que quedan del PRI, dando a entender que los mismos priistas son los primeros enemigos contra su priismo.
Sarkis Mikel Jeitani
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