La importancia del Congreso local radica en ser uno de los órganos fundamentales para la gobernanza en Hidalgo, fortaleciendo la democracia junto al Poder Judicial y Ejecutivo estatales; su función es crear, reformar y/o derogar leyes, aprobar los presupuestos entre otras.
Los diputados locales que integran el Congreso estatal son elegidos por voto directo para representar a la ciudadanía, actúan como voz del distrito electoral local al que se circunscriben; vigilan que el Poder Ejecutivo cumpla la ley y ejerza sus funciones correctamente en la administración pública.
Dentro de sus facultades puede llamar a comparecer a funcionarios, revisar los informes periódicos y anuales del gobierno estatal; seleccionar, aprobar o rechazar nombramientos de servidores públicos.
Puede modificar o reformar la Constitución Política del Estado de Hidalgo por medio de iniciativas sociales, económicas y políticas; aceptar o no propuestas de reformas emanadas del Poder Ejecutivo o Legislativo del nivel federal.
Fomenta el diálogo y las relaciones con los partidos políticos; además, es clave para consolidar la democracia haciendo valer los derechos de la población aunado a asegurar el crecimiento y desarrollo del estado e incluso, conservar la paz social.
En un sistema democrático todos los Poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, están obligados a rendir cuentas por medio de sus informes anuales o al solicitárseles. La semana pasada, el presidente de la junta de gobierno de la LXVI Legislatura estatal, el diputado local Andrés Velázquez Vázquez rindió su primer informe, del cual destacó más de cien audiencias públicas, apertura de su Casa de Atención, 45 propuestas de iniciativas, 80 propuestas conjuntas, 23 de ellas aprobadas en el pleno del Congreso, 18 acuerdos económicos y exhortos a los municipios.
Hoy Hidalgo vive un momento de transformación, distinta a lo que estábamos acostumbrados, encabezada por Andrés Velázquez Vázquez, un ciudadano con historia de lucha social. Pese a que representa al partido oficialista, ha podido aglutinar a sus homólogos de grupos parlamentarios de oposición, bajo el lema de servir al estado sin distinguir intereses o ambiciones personales.
