Hidalgo es unos de los estados con alta densidad de medios de comunicación. El gobierno del estado ha probado su eficiencia en el tema mediático, con la cual marca su gestión al no entrar en polémica y no gastar esfuerzos en salir a argumentar directamente, sino a través de los medios.
Aunado a ello está asentada la relación de respeto con todos los medios chicos, medianos y grandes, incluso reporteros, fotógrafos y columnistas, existiendo un vacío entre ambos sectores. Sin embargo, todos los gobernadores anteriores siempre lo han realizado para adueñarse del sistema de comunicación de los medios y para manejar cualquier debate político, a modo de imponer una voz única, beneficiando a todos los intereses del poder en el estado.
La administración del gobernador Omar Fayad, admite de una forma íntima y amigable más apertura a los medios y pretende hacer cambiar la relación política, formalista y extrema que han aplicado los ex gobernadores.
La mayoría de los periodistas no están en el mismo entendido de la administración actual, por eso, las dudas subsisten en por qué ese efecto no fue exitoso antes. Por ello, hoy el gobierno estatal debe tomar cartas en el asunto y por medio de su director de Comunicación Social despertar ante esta preocupación que se ha presentado a lo largo de este año electoral, donde la prensa se inclinó totalmente en contra de intereses e imagen del gobernante.
La intención del trabajo es, pues, no generar una crisis innecesaria entre un gobernador carismático, interactivo y aceptable por la sociedad, evitando así que los medios muestren su enojo e inconformidad ante la sociedad.
