Hoy, 3 de mayo, es el Día Mundial de la Libertad de Prensa con el tema “La información como un bien común”, planteado por la UNESCO; en tanto, la Iglesia católica celebrará el 16 de mayo la LV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que ahora converge en el periodismo bajo el tema “«Ven y lo verás» (Jn 1,46). Comunicar encontrando a las personas donde están y como son”. De ellos, destaco lo siguiente:
El tema de la UNESCO “subraya la importancia indiscutible de disponer de una información verificada y fiable. También pone de relieve el hecho de que, para producir y difundir esa información, resulta esencial que periodistas libres y profesionales hagan frente a la desinformación y otros contenidos perjudiciales”, resaltó su directora general Audrey Azoulay.
Tres imperativos para atender, indica la UNESCO
Tres imperativos para atender, indica la UNESCO: medidas para garantizar la viabilidad económica de los medios de comunicación; mecanismos para garantizar la transparencia de las empresas de Internet; y mejora de las capacidades de alfabetización mediática e informacional que permitan a la gente reconocer y valorar, así como defender y exigir, al periodismo como parte fundamental de la información como un bien común.
En tanto, Francisco Papa plantea: “Pensemos en el gran tema de la información. Opiniones atentas se lamentan desde hace tiempo del riesgo de un aplanamiento en los ‘periódicos fotocopia’ o en los noticieros de radio y televisión y páginas web que son sustancialmente iguales, donde el género de la investigación y del reportaje pierden espacio y calidad en beneficio de una información preconfeccionada, ‘de palacio’, autorreferencial, que es cada vez menos capaz de interceptar la verdad de las cosas y la vida concreta de las personas, y ya no sabe recoger ni los fenómenos sociales más graves ni las energías positivas que emanan de las bases de la sociedad. La crisis del sector editorial puede llevar a una información construida en las redacciones, frente al ordenador, las agencias, las redes sociales, sin salir a la calle, sin ‘desgastar las suelas de los zapatos’, sin encontrar a las personas para buscar historias o verificar sus situaciones. Si no nos abrimos al encuentro, permaneceremos como espectadores externos, a pesar de las innovaciones tecnológicas que tienen la capacidad de ponernos frente a una realidad aumentada en la que nos parece estar inmersos” . _
Rubén Alonso
Twitter: @jrubenalonsgo