Hace unos días recordé la historia de Orson Welles, el locutor de radio, guionista, productor de cine, actor y director que un 30 de junio de 1938 adaptó “La guerra de los mundos”, novela de H. G. Wells, creando como resultado una historia que se transmitió vía radiofónica en “On the Air”, de la CBS. Acción que causó que muchos creyeran que realmente se vivía una invasión alienígena. Y por más absurdo que parezca, personas fueron presas del pánico, salieron de casa, provocaron un colapso vial y algunas acudieron a la policía.
Sin duda una gran “fake news”, que quizás ahora causa risa a las nuevas generaciones, quienes con tanta tecnología a la mano afirman que ellos no caerían. Aunque en recientes días fuimos testigos de cómo las inteligencias artificiales hicieron caer a más de uno con la imagen de Jorge Bergoglio, el papa Francisco, luciendo un outfit de lujo de la marca Balenciaga.
Antes fue la radio, ahora es Tik Tok y WhatsApp. Sí tal vez usted no lo ha notado pero millones de personas creen ciegamente lo que dicen los creadores de contenidos o difunden las cadenas de WhatsApp.
Los medios no tienen una naturaleza mala o buena, esta es intrínseca a la persona que los usa. De allí la importancia de verificar los contenidos que recibimos y compartimos.
Hay personas que difunden retos virales sin sentido en Tik Tok y WhatsApp. En Puebla ya hubo víctimas del “reto clonazepam”, sí en el que "el último en dormir gana", y nos referimos a los cinco alumnos intoxicados de la primaria federal Benemérito de las Américas, ubicada en la colonia Álamos Vista Hermosa de la capital poblana. Dos niñas y tres niños, quienes creyeron en las palabras de un emisor, quien los envolvió en esta ficción de que se trataba de sólo un juego, cuando en realidad lo que pusieron en juego fue su salud, pues el uso excesivo de este medicamento puede causar la muerte.
También está circulando la versión de que hay adolescentes en el reto de “desaparecer por algunas horas”, pero a decir de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas: ni las comisiones estatales de búsqueda ni las autoridades tienen registro de algún caso por este reto.
Difundir estas fake news afecta, porque el compartir la versión de que existen casos de niños desaparecidos, cuyos padres en pánico salen de casa a buscarlos y acuden a los ministerios públicos y fiscalías a reportarlos, es también una ficción, que hoy por hoy desvía la atención sobre los casos reales. Porque si alguien desapareciera, la noticia sería recibida en un clima de incredulidad, lo que bloquea una respuesta inmediata de las autoridades en nuestra realidad, la de un país que registra 18,774 niñas, niños y adolescentes desaparecidos, según datos de Tejiendo Redes Infancias, y esto no es fake news. Hagamos el ejercicio de verificar y eso hará la diferencia para salvar vidas.