Qué exasperantes, con el perdón de ustedes, vienen siendo las voces de los opositores que arremeten contra… la propia oposición. La cantilena es la misma: los partidos están desorganizados, el tiempo se les va de las manos, no hay un líder carismático para encabezar a las fuerzas que van a competir contra el oficialismo en las elecciones presidenciales de 2024, los dirigentes del PAN y del PRI son unos inútiles, cada agrupación vela en exclusiva por sus propios intereses en lugar de disponerse a construir un frente común, etcétera, etcétera.
Como si las denominadas “corcholatas” –el muy inelegante calificativo que acuñó el supremo elector de la nación para referirse a los aspirantes que puedan ser bendecidos como fidelísimos sucesores suyos— fueran todas avasalladoramente encantadoras, oigan, comenzando por Frau Sheinbaum y vislumbrando también en el horizonte el perfil de un tal Adán Augusto López que sería, vamos, la quintaesencia del carisma personal.
Sabemos, desde luego, que esos mentados candidatos se van a beneficiar directamente del arropamiento que les ofrecerá una figura, ahí sí, que juega en las ligas mayores de la popularidad pero, justamente, ninguno de ellos tiene ni lejanamente los tamaños de su mentor. Y así sea que el pueblo bueno quiera que siga la fiesta no resulta nada evidente que un actor secundario pueda llenar los papeles y estar a la altura del personaje.
Eso, para empezar. Pero, caramba, esa oposición tan ninguneada y bajoneada por los agoreros que anticipan desde ya su derrota resulta que… ¡le quitó la mayoría calificada en la Cámara Baja a Morena y sus satélites en las votaciones de 2021! Y en la capital de todos los mexicanos, el más emblemático y representativo territorio para el régimen de la 4T, la alianza Va por la CdMx (PAN-PRI-PRD) conquistó nueve alcaldías de las 16 que tiene la entidad, o sea, que gobierna en mayoría.
Otro tema: en lo que toca a las figuras que pudieren enarbolar el estandarte de la coalición opositora que le va a disputar el poder al candidato de la continuidad, hay varias mujeres de gran calibre, como bien nos hizo ver Pablo Hiriart en un reciente artículo en el diario El Financiero: la mismísima Rosario Robles, Claudia Ruiz Massieu y la muy combativa Lilly Téllez. Capaces, cada una de ellas, de plantarle cara a cualquiera que se les ponga enfrente.
¿La maquinaria oficial, a tope, se va también a beneficiar del estéril derrotismo de los opositores? Ustedes dirán…
Qué exasperantes, con el perdón de ustedes, vienen siendo las voces de los opositores que arremeten contra… la propia oposición. La cantilena es la misma: los partidos están desorganizados, el tiempo se les va de las manos, no hay un líder carismático para encabezar a las fuerzas que van a competir contra el oficialismo en las elecciones presidenciales de 2024, los dirigentes del PAN y del PRI son unos inútiles, cada agrupación vela en exclusiva por sus propios intereses en lugar de disponerse a construir un frente común, etcétera, etcétera.
Como si las denominadas “corcholatas” –el muy inelegante calificativo que acuñó el supremo elector de la nación para referirse a los aspirantes que puedan ser bendecidos como fidelísimos sucesores suyos— fueran todas avasalladoramente encantadoras, oigan, comenzando por Frau Sheinbaum y vislumbrando también en el horizonte el perfil de un tal Adán Augusto López que sería, vamos, la quintaesencia del carisma personal.
Sabemos, desde luego, que esos mentados candidatos se van a beneficiar directamente del arropamiento que les ofrecerá una figura, ahí sí, que juega en las ligas mayores de la popularidad pero, justamente, ninguno de ellos tiene ni lejanamente los tamaños de su mentor. Y así sea que el pueblo bueno quiera que siga la fiesta no resulta nada evidente que un actor secundario pueda llenar los papeles y estar a la altura del personaje.
Eso, para empezar. Pero, caramba, esa oposición tan ninguneada y bajoneada por los agoreros que anticipan desde ya su derrota resulta que… ¡le quitó la mayoría calificada en la Cámara Baja a Morena y sus satélites en las votaciones de 2021! Y en la capital de todos los mexicanos, el más emblemático y representativo territorio para el régimen de la 4T, la alianza Va por la CdMx (PAN-PRI-PRD) conquistó nueve alcaldías de las 16 que tiene la entidad, o sea, que gobierna en mayoría.
Otro tema: en lo que toca a las figuras que pudieren enarbolar el estandarte de la coalición opositora que le va a disputar el poder al candidato de la continuidad, hay varias mujeres de gran calibre, como bien nos hizo ver Pablo Hiriart en un reciente artículo en el diario El Financiero: la mismísima Rosario Robles, Claudia Ruiz Massieu y la muy combativa Lilly Téllez. Capaces, cada una de ellas, de plantarle cara a cualquiera que se les ponga enfrente.
¿La maquinaria oficial, a tope, se va también a beneficiar del estéril derrotismo de los opositores? Ustedes dirán…
Román Revueltas Retes