Política

¿El gran enemigo de México?

Hay que decirlo una y otra vez: los violentos ya están ahí. Y tienen acorralada a una nación rebosante de ataques callejeros, extorsiones, secuestros, asesinatos de mujeres, robos y ejecuciones.

¿La protección a los ciudadanos no debería de ser el asunto más apremiante en la agenda nacional? ¿No tendrían que dirigirse todos los esfuerzos a combatir, por lo pronto, a los criminales que están operando ahora mismo, en espera de que las políticas públicas de prevención logren reconstruir el tejido social, digamos, dentro de dos o tres generaciones?

¿Hasta dónde vamos a llegar? ¿Qué viabilidad puede tener un país en el que a un pequeño comerciante se le aparecen de pronto dos matones para exigirle una asfixiante paga semanal? ¿No se han enterado, en los organismos encargados de la seguridad pública, de que están cerrando miles de negocios modestos por las amenazas de los delincuentes? ¿No saben tampoco que viajar por carretera se ha vuelto una experiencia verdaderamente peligrosa? ¿No conocen historias, como todos nosotros, de gente cercana a la que le han quitado su coche y todas sus pertenencias a punta de pistola? ¿No viven la escalofriante realidad de los asaltos y los despojos?

Los lectores nos reconvienen a quienes hemos denunciado la atrocidad de la invasión rusa a Ucrania: bombardeos de hospitales, destrucción de viviendas y ataques a zonas pobladas por civiles. El horror de la guerra, o sea. Y todo eso —la muerte y el dolor— por el mero capricho de un déspota tan impune como descarnadamente cruel. Nos reprochan, sin embargo, que nuestra atención se haya enfocado en una nación lejana siendo que aquí vivimos a diario la dura circunstancia de una violencia criminal que vendría siendo, en los hechos, una especie de conflicto bélico, con todo y un estremecedor parte de bajas.

Pues sí, somos también víctimas de una barbarie que ha segado miles de vidas. El asunto es que los patriotas ucranianos saben perfectamente quién es el enemigo y se enfrentan así al atacante imperialista. Aquí, por el contrario, nos hemos extraviado completamente: los adversarios de la 4T y los “conservadores” serían el Mal. Pues no. El demonio que sí está carcomiendo las entrañas de nuestra nación es la delincuencia. La batalla es ahí y no en otra parte.

Román Revueltas Retes

[email protected]

Google news logo
Síguenos en
Román Revueltas Retes
  • Román Revueltas Retes
  • [email protected]
  • Violinista, director de orquesta y escribidor a sueldo. Liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo. / Escribe martes, jueves y sábado su columna "Política irremediable" y los domingos su columna "Deporte al portador"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.