Deportes

¿Siempre en la cima? No, son humanos, no dioses

El tiempo pasa, las cosas cambian, nada permanece.

Los muy amables lectores le perdonarán a este escribidor las perogrulladas de filosofía barata que tan impunemente está soltando pero, miren, la dictadura de los años, con el deterioro que le imprime a personas, objetos y organismos de todo pelaje, es tan real como ficticios son los desmentidos de los oficialistas de turno, ocupados por encargo de disfrazar el fatal deterioro de lo habido y por haber.

Incursionando ya en los muy terrenales territorios de lo deportivo, la finitud de todo la observamos en los desempeños decrecientes de los atletas cuando el crepúsculo comienza a asomar cabeza en sus horizontes.

Quedan, para la historia, las marcas y los récords pero, qué caray, el paso galopante que lleva la humanidad borra implacablemente las huellas del pasado en el instante mismo en que los nuevos gladiadores entran gallardamente en la arena.

En algunos momentos de superstición, llevado por el pensamiento mágico, pensé que la supremacía de algún equipo –los Lakers, digamos, o cualesquiera de los otros que han subido temporalmente a la cima— iba a ser eterna.

Pues no. Nadie se ha quedado para siempre en las alturas, por más que la potencia exhibida en los momentos de gloria pareciera inmarcesible.

En los individuos, la decadencia es perfectamente natural. En los grupos de deportistas asociados, sin embargo, ya no es tan evidente el tema. ¿Por qué se ha agrietado el sólido muro del Bayern München, para mayores señas? ¿No va ya a ser protagonista el Manchester United? ¿El Barça proseguirá su travesía del desierto?

Estas preguntas no surgieron cuando los equipos parecían invencibles.

Justamente, ahí está Max Verstappen, un auténtico monstruo que lo tenía todo en el bolsillo y que iba a destronar a las grandes leyendas de la F1. Pues, no logró la pole position para la carrera de este fin de semana, siendo que nadie podía, hasta hace poco, lanzarle siquiera el más templado reto a su figura.

Red Bull es un equipo, desde luego. Pero, justamente, el imperio de Verstappen dependía de que toda la maquinaria estuviera a punto. Y, de pronto, otras escuderías se apuntan en la lista de aspirantes.

El único conjunto que parece imbatible por los siglos de los siglos es el Real Madrid. Pero, tal vez nos hace falta ver que aparezcan algunas fisuras en su portentoso edifico para declarar, de nuevo, que lo humano es fundamentalmente efímero y transitorio.


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Román Revueltas Retes
  • Román Revueltas Retes
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  • Violinista, director de orquesta y escribidor a sueldo. Liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo. / Escribe martes, jueves y sábado su columna "Política irremediable" y los domingos su columna "Deporte al portador"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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