“La democracia perfecta sólo puede existir en una sociedad de ángeles”.
Jean-Jacques Rousseau
Es difícil que los pueblos puedan entenderse. Más cuando en los desencuentros se manifiestan abiertamente las fobias, los rencores y el odio.
En las sociedades contemporáneas, impera el caos y la intolerancia. Y es que la cultura de cada uno de los pueblos que integran el orbe, ha seguido un camino distinto.
En el fondo, opera una especie de narcisismo colectivo. El pensar que uno es mejor que el otro. Que su historia, su forma de pensar, supera al contrario. ¿Sociopatía?
Tristemente, en este entorno –guiado por el pensamiento político de los líderes-, se pierden valores transculturales. El arte, por ejemplo, a través de la mirada o el oído del artista, representa la simbología de los pueblos. El arte es una vía para admirar al otro. Al que es distinto, pero nos asombra y nos conmueve con su idea.
El arte es universal. Y no sólo el lenguaje de la música –reconocido por el mote de su universalidad-. La pintura, la escultura, la fotografía, la arquitectura, la danza, la literatura, el cine, son manifestaciones que llegan a conmover –si rozan la genialidad-, a cualquier pueblo del mundo.
La preservación del arte es imprescindible. El arte simboliza la dignidad de los pueblos. Nuestra nación, más allá de las decisiones (e indecisiones) políticas, posee un acervo que debe ser resguardado, protegido para las generaciones del porvenir.
La pintura de Orozco, Rivera, María Izquierdo y Siqueiros, la arquitectura de Luis Barragán, de Juan O’Gorman, la literatura de Paz y Rulfo, la música de Ponce, Revueltas y Moncayo, entre tant@s.
Sin olvidar, que nuestra relación con los Estados Unidos –no siempre amistosa, hay que declararlo-, ha dado a luz importantes páginas de la música, como El Salón México, de Aaron Copland.
Sería dramático que ante un panorama como el que comienza a vislumbrarse con el vecino más poderoso de la tierra, nuestra gusto ante su cultura, decayera.
Y bueno, ¿Qué culpa tienen (en el ámbito de la música), Charles Ives, Copland, Samuel Barber, John Cage, Frank Zappa, The Doors, Nirvana, Aerosmith, Metallica, Guns N´Roses?
Nunca, ¡Créeme, quisiera dejar de admirarlos!
Por lo pronto, esperemos que el respeto, la tolerancia y el pensamiento artístico (también la política es arte), guíen el interés común de nuestros pueblos.
(…)
Esta vez te recomiendo un material sonoro que integra dos orquestas de guitarras, la de la Universidad Autónoma de Zacatecas y la Universidad Autónoma de Aguascalientes, en el CD Guateque. Un recorrido sonoro desde el impresionismo francés hasta el danzón ¡Excelente!
Más sonidos en quince.
@AlterRuy