Hoy se cumple el primer mes desde que las fuerzas armadas rusas cruzaron la frontera ucraniana. A pesar de que la nación invadida ha sufrido costos materiales incalculables y una cuota elevada en vidas humanas, Ucrania aún se opone.
Entre las razones para la sobrevivencia destaca el liderazgo del presidente Volodímir Zelenski.
Se trata de un mandatario joven (44 años), quien igual sabe dirigirse con dignidad a sus homólogos europeos, a las y los legisladores estadunidenses y las cabezas de la OTAN, que a sus compatriotas, a los militares ucranianos o a las generaciones de menor edad en el planeta que están en contra de la guerra.
Es también notable su habilidad para utilizar con economía y eficacia las redes sociales, así como las plataformas digitales.
El día de ayer, vestido con una chamarra de deporte y un pantalón jean, de pie en una plaza del centro de Kiev, ofreció un brevísimo discurso de menos de dos minutos para pedir a la población del globo que se manifieste con contundencia a favor de la paz.
“La guerra no solo es de Rusia contra Ucrania, es una guerra contra la libertad”, afirmó en un inglés pausado y comprensible, aunque marcado por un fuerte acento. “Todos debemos parar la guerra (…) manifiesten su oposición desde el lugar en el que cada uno se encuentre (…) La gente importa, la paz importa, Ucrania importa”.
El discurso conciso, directo y deliberadamente desenfadado de Zelenski contrasta en todo con el de Vladímir Putin. Es como si el mandatario ruso se hubiese quedado atorado en 1990, mientras que el presidente ucraniano se apropia del siglo XXI.
Las guerras no solo se ganan gracias al armamento, también el poder simbólico cuenta. Acaso porque Zelenski sabe gestionarlo con mejor inteligencia es que la población ucraniana aún resiste, la OTAN no ha abandonado por completo a esta nación europea y los Estados Unidos aplauden cuanto pueden a este joven líder global.
Zoom: Un mes ya desde que comenzó la guerra ruso-ucraniana y el pronóstico está lejos de resolverse. Sin embargo, esta conflagración ha servido para comprender que en las guerras del futuro el liderazgo político requerido será distinto al del pasado.
Ricardo Raphael
@ricardomraphael