El problema no es que ellos se junten, sino que el poder los bendiga.
La pareja formada por el ingeniero José María Riobóo y la ministra Yasmin Esquivel se dedica a la fabricación de objetos hechizos. Él de denuncias por homicidio y ella de tesis de licenciatura.
En otro contexto ambos serían personajes secundarios de una mala trama de salteadores, el problema es que sus fechorías no podrían haber llegado tan lejos sin el respaldo político de unos cómplices con muy buenos puestos en el gobierno.
El ingeniero Riobóo se inventó una hipótesis criminal insostenible a propósito de la muerte de su hijo Rodrigo. Sin que hubiera una sola prueba solvente dijo que su ex nuera, María Isabel Cal y Mayor, cometió homicidio agravado en razón de parentesco para quedarse con el patrimonio de su marido.
No presentó como evidencia este ingeniero el acta de defunción, tampoco la opinión de los médicos que lo atendieron en el hospital donde murió, en Cádiz, España; mucho menos las opiniones forenses de la comisaría provincial. ¡Vaya, Riobóo no asistió siquiera al funeral del difunto!
En vez de ello visitó las oficinas centrales de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, donde la pareja recibe un trato vip cada vez que lo necesita. Ahí se inventó a una asesina temible y a una víctima que murió porque su esposa le obligaba a consumir grasas saturadas, bebidas alcohólicas y tabaco.
Esa misma fiscalía fue la que exoneró a Yasmín Esquivel de haber cometido plagio cuando elaboró la tesis de licenciatura que le permitió titularse como licenciada en Derecho por la UNAM.
Luego la universidad dejó en ridículo a la fiscalía capitalina por su papel de comparsa. De acuerdo con el comité académico, Ulises Báez fue el autor del documento plagiado por la actual ministra de la Corte hasta en un 90 por ciento.
Un asesinato y una tesis hechizos y dos sujetos, un influyente consultor presidencial y una ministra de la Corte, impunes porque pueden traficar influencias y corromper voluntades.
Zoom: ¿De qué hablarán en la intimidad estos dos personajes? ¿De la conspiración maquinada por zombis conservadores, de la nuera malvada o de los títulos universitarios que no deberían importarle a nadie tanto? Quizá conversen también sobre Pinocho y su nariz grandotota.
Ricardo Raphael
@ricardomraphael