En 2003 Walmart corrompió autoridades para construir una tienda de autoservicio en las proximidades del sitio arqueológico de Teotihuacán. Veinte años después, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) está haciendo algo similar en Calakmul.
David Barstow y Alejandra Xanic obtuvieron en 2013 el premio Pulitzer de periodismo por la investigación que hicieron sobre los mecanismos que quebraron la ley para que Walmart inaugurara aquella construcción en un lugar prohibido.
Es peor de escandalosa, ahora, la edificación de un hotel, a cargo de la Sedena, a escasos kilómetros de las pirámides de Calakmul, dentro de una reserva natural protegida, en un sitio que, además, está catalogado como patrimonio cultural por la Unesco.
El pasado 30 de marzo, la reportera Fanny Miranda informó en estas mismas páginas que la Sedena comenzó en enero el desmonte de un terreno de tres hectáreas para la cimentación de un hotel de 160 habitaciones cuya propietaria será la empresa Tren Maya S.A. de C.V. que es patrimonio de las fuerzas armadas. La misma nota precisa que la Sedena tiene prevista una inversión de mil 10 millones para dicha obra.
El terreno donde se pretende erigir esta instalación turística no cuenta con luz, agua, drenaje, ni acceso carretero. Tampoco con manifestación de impacto ambiental. Por tanto, carece de un permiso de construcción legal. Como en el caso de Walmart, la Sedena se saltó todas las trancas y esto, aunque no hubiese dado una sola mordida, constituye un acto grande de corrupción.
Hace tres días Mongabay, medio dedicado al periodismo ambiental, publicó una nota donde informa que personal militar y también de la Guardia Nacional tiene rodeada la zona con objeto de impedir que individuos ajenos a la obra se aproximen para indagar o tomar fotografías.
No es la primera vez que la Sedena construye un hotel con vocación turística. La empresa Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, también propiedad de esa dependencia, edificó y actualmente posee un hotel de 220 habitaciones que, a partir de noviembre del año pasado, renta a la cadena Holiday Inn.
Zoom: Desde donde se mire es corrupción; antes en manos de privados, hoy en las de los soldados. Pero esta vez los vecinos no se atreven siquiera a protestar porque una cosa es mentarle la madre a Walmart y otra muy distinta al poder militar.
Réplica:
En relación con la nota publicada el día de ayer con el título “Antes era Walmart ahora es la Sedena”, en la que se hace referencia a la construcción de un hotel “a escasos kilómetros de las pirámides de Calakmul”, a nombre del Instituto Nacional de Antropología e Historia nos permitimos hacer las siguientes precisiones:
La ubicación del proyecto hotelero se encuentra fuera de la poligonal del sitio arqueológico de Calakmul, en una zona donde a principios del siglo XX se ubicó la Central Chiclera Buenfil, por lo que debe señalarse que el área ya se encontraba impactada desde hace casi cien años.
En la prospección realizada por el INAH no se encontró ningún elemento arqueológico, salvo algunos objetos utilitarios empleados por los chicleros, que fueron colectados para tener un registro del uso histórico de esa superficie.
Por otro lado, el área donde se tiene proyectada la obra, se localiza en la Subzona de Aprovechamiento Controlado de la Reserva de la Biosfera Calakmul.
Es importante mencionar que el patrimonio arqueológico de Calakmul recibirá este año una importante inversión a través del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (PROMEZA), no sólo para la conservación de las estructuras prehispánicas, sino para el mejoramiento de su infraestructura para la visita, con lo que el INAH garantiza su preservación para el disfrute de los mexicanos y extranjeros que cada vez en mayor número, deciden visitar el sitio.
Derivado de lo anterior, este Instituto rechaza de manera contundente cualquier señalamiento en el sentido de que la obra motivo de la nota pone en riesgo el patrimonio cultural que se conserva en el área de Calakmul.
ATENTAMENTE
ARQLOGA. ADRIANA VELÁZQUEZ MORLET
DIRECTORA DEL CENTRO INAH CAMPECHE