Los docentes fomentan el amor por el aprendizaje. Frau Wallie, Frau González y la señora Castellanos provocaron la curiosidad que hoy me permite hacer preguntas.
Quienes enseñan nutren el pensamiento crítico y la resiliencia, más allá de transmitir conocimiento, alientan el aprendizaje y la creatividad. Tener docentes desanimados debe ocuparnos.
Estos datos del Informe Mundial Sobre el Personal Docente de la Unesco son críticos:
-Para 2030 se prevé una escasez de 44 millones de docentes solo para cubrir la educación primaria y secundaria universal. Solo en América Latina faltarán 3.2 millones.
-Seis de cada 10 docentes que se necesiten para 2030 se perderán por abandono.
-Las tasas de abandono en primaria pasaron de 4.6 por ciento en 2015 a 9 en 2022.
-En América Latina el abandono es la principal causa de la escasez.
-Dentro de los 44 millones de docentes que se requerirán, 31 son para secundaria, por lo que siete de cada 10 contrataciones en el mundo son necesarias para la educación secundaria.
“Conseguir docentes es cada vez más difícil. En Escuela SER tenemos espacios educativos en ejidos, lo que hace más complejo el proceso. Creemos que el mejor reclutamiento es la retención”, me dijo Yael Karakowsky, CEO de la Red de Escuelas SER.
Otro reto: cada vez menos personas quieren enseñar. Según PISA, entre 2000 y 2018 la docencia era de las diez principales aspiraciones profesionales de jóvenes de 15 años. Hoy hay países con menos de 2 por ciento de aspirantes.
Las razones del desánimo las enlista la Unesco. Comparto algunas: condiciones laborales, falta de recursos, carga de trabajo, masificación de las aulas, falta de apoyo dentro de los centros educativos o falta de satisfacción intelectual.
“Parte del problema es que ser docente ha perdido valor o prestigio y se refleja en las condiciones laborales. Se nos ha olvidado que no habrá médicos, abogados o científicos sin docentes”, me dijo Yael.
Hacer de la docencia una profesión atractiva y valorada permitirá contratar y retener ese talento y lograr la educación universal para 2030.
Un primer paso es reconocer que ser docente es demandante en lo físico, emocional y cognitivo y requiere de apoyo comunitario. El segundo es que solo con docentes calificados habrá desarrollo. El tercero es actuar, el primer día de clases de las primarias y secundarias está a menos de 100 horas de distancia.