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Importar es sinónimo de inflación

Importar es sinónimo de inflación, por no producir lo que el mercado requiere.

En México no estamos exentos de este fenómeno debido a que gran parte de los principales combustibles son importados.

En 2022, la demanda de gasolina en México ha sido de alrededor de 800 a 820 mil barriles diarios en promedio; de estos, 64 a 68 por ciento lo cubre la importación, y del total de ésta, 70 por ciento lo introduce Petróleos Mexicanos (Pemex) al mercado. Respecto al diésel, la demanda fluctúa entre 280 a 420 mil barriles diarios: 65 a 70 por ciento es importado y del total, 72 por ciento realiza Pemex la enajenación para que llegue a México.

Los porcentajes indican que dependemos de los precios de un mercado externo, y a lo cual tenemos que sumar los costos de transporte, aduana y disponibilidad de los productos, sin olvidar que en el lugar que lo compren influye la inflación de la economía, y el precio del barril utilizado por las refinerías.

En México tenemos un déficit alto de la balanza comercial respecto a los hidrocarburos; en agosto fue de 24.6 mil millones de dólares estadunidenses, 38 por ciento arriba comparando con 2021. Gran parte de este incremento proviene del alza del precio de barril de los últimos meses, y la demanda del mercado mexicano ha regresado a los volúmenes prepandémicos.

La falta de producción y la importación han creado un fenómeno ligado a la inflación y el tipo de cambio.

Respecto al tipo de cambio podemos decir que está estable referente a la moneda de Estados Unidos debido a que existen los suficientes dólares para hacer transacciones económicas. El mercado de hidrocarburos compra casi todo en dólares estadunidenses dado que es la divisa de transacción a escala internacional.

Supongamos que dejáramos de exportar crudo y continuáramos importando a los mismos niveles actuales, el déficit sería de 47 mil millones de pesos, esto ocasionará una fluctuación en la tasa de cambio alta debido a que las divisas no serían suficientes en el mercado financiero para hacer frente a compras de importaciones y el Banco de México tendría que salir a subastar dólares para equilibrar a la moneda mexicana.

Hagamos las siguientes conjeturas de cómo afectan las divisas al sector de hidrocarburos, considerando el monto de divisas que entraron a México al mes de agosto en miles de millones de dólares: remesas 38, exportación de crudo, 22, y turismo, 19.

En estas tres entradas tenemos un total de 79 mil millones de dólares y considerando el déficit de 25 mil millones actual en el sector de hidrocarburos, tenemos todavía circulando 54 mil millones en la economía para no tener problemas de demanda de dólares. Es decir, la moneda es estable por este volumen de dólares.

Pero qué sucedería si no exportáramos barriles de crudo y las divisas solo fueran la remesas y el turismo, tendríamos un total de alrededor de 57 mil millones de dólares y un déficit de 47 mil millones, solo teniendo una fluctuación de dólares de no más de 10 mil millones, y cualquier cambio geopolítico podría desestabilizar al peso mexicano. Este ejercicio de balanza indica que las remesas están compensando que la moneda no se deprecie ante el dólar.

Ahora, imaginemos que no tuviéramos a las divisas del turismo y no exportáramos crudo: al tener solo las remesas de 38 mil millones de dólares y un déficit de 47 mil millones, el Banco de México tendría que subastar de las reservas de dólares, en un acumulado total a agosto de entre 9 a 10 mil millones de dólares para tener una moneda estable. Al ir incrementando la balanza por aumentar la compra de productos fuera de México de derivados, gas natural y otros productos, podría haber una desestabilización de la economía mexicana.

En resumen: para que México sea autosuficiente debe centrarse en tener el poder de cubrir toda la demanda de combustibles en el mercado, con las seis refinerías en funcionamiento por arriba de 80 por ciento de utilización; operando Dos Bocas y el envío de todo el combustible a Deer Park. Hacerlo reducirá el déficit en los hidrocarburos y no depender de las remesas para estabilizar el peso ante el dólar y no poner en riesgo a las reservas en dólares del país. Todo esto se puede lograr produciendo 2.5 millones de barriles diarios de crudo y exportar entre 900 mil a un millón de barriles diarios para tener un déficit controlado.

Entonces la balanza comercial de hidrocarburos y el tipo de cambio queda confirmado que dependen de las remesas actuales, y esto conlleva que se requieren una mayor cantidad de mexicanos en el extranjero para enviar más dinero a México, pero la realidad a la larga creará una desintegración social. La pregunta debe ser ¿por qué tenemos que irnos de nuestro país? y con esto dejar nuestro conocimiento, ganas y esfuerzo en otras naciones. La respuesta es simple: no hay las mismas oportunidades y no podemos tener el mismo poder adquisitivo en nuestra tierra.

Ramses Pech, consultor en Grupo Caraiva–Grupo Pech Arquitectos.


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  • Ramsés Pech. Experto en la industria de hidrocarburos, energía geotérmica, energía y economía, actualmente se desempeña como Asesor en proyectos de energía y economía tanto para la industria privada como para los Gobiernos, socio del grupo Caraíva y asociados.
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