Pareciera que le da lo mismo al Cruz azul, vigente campeón del futbol mexicano, perder partidos en este tramo, todavía inicial, del torneo. O no lo puedo ver de otra forma cuando, afectado por la Fecha FIFA, decidió jugar su partido de la Jornada 8 literalmente sin chistar.
Varios jugadores mexicanos y extranjeros de este equipo participaron en la triple jornada internacional con sus selecciones, por lo que sin ningún problema la directiva que encabeza Álvaro Dávila pudo haber solicitado que el juego de visitante ante los Bravos de Ciudad Juárez no se llevara a cabo y menos en viernes. Haberlo pasado al menos al domingo o a este lunes hubiera sido lo procedente, pero no.
El entrenador Juan Reynoso decidió enfrentar el partido ante los dirigidos por Ricardo Ferretti en la fecha originalmente programada y la derrota fue inevitable. La segunda del campeonato, por cierto. El equipo propiedad de la cooperativa cementera y sus aficionados no ven cuándo retomar el paso triunfante con el que caminaron de principio a fin el torneo anterior.
Si lo que quería el peruano Reynoso era descubrir que en su equipo tiene jugadores titulares y otros que son suplentes de estos pues lo vino a cotejar de forma dolorosa. El 1-2 contra Juárez viene a demostrar lo corto de la plantilla cruzazulina, sobre todo si uno lo compara con el América que ha encontrado en la banca soluciones reales ante la obligada ausencia también de varios seleccionados.
El tema es que viene en menos de un mes otra triple Fecha FIFA… del 8 al 17 de octubre el Cruz Azul volverá a tener que prestar jugadores a selecciones como la mexicana, uruguaya, peruana y ecuatoriana… Los duelos de la Jornada 9, de local contra el Querétaro y el de la 10, de visita contra el Puebla, resultarán de triunfo obligado si no se quieren rezagar y poner inclusive en duda su pase a la Liguilla.
Rafael Ocampo