Da un poco lo mismo saber a quién se le ocurrió anticipar del domingo 8 de marzo al viernes 6 el partido de futbol de mayor convocatoria del próximo fin de semana: Pumas contra América.
El domingo está programada en la Ciudad de México (y en muchas otras urbes del país) lo que será una de las marchas feministas de mayor convocatoria de los últimos tiempos.
No había por qué rivalizar con este acontecimiento. Por respeto a las mujeres a las que les gusta el futbol, como espectadoras por televisión o como asistentes a las tribunas del Estadio Olímpico, me parece que se actuó de forma destacada.
Ojalá entre los directivos de la Liga BBVA y del mismo club Universidad, anfitrión y organizador de este partido, se deseche la idea de que lo que motivó el cambio de horario y día tiene que ver con la seguridad.
Por cuestiones de seguridad no hubiera pasado nada el domingo. El juego estaba programado a las 12 del día en una zona donde no se está convocando a ninguna movilización feminista. Hasta donde entiendo la gran marcha está convocada a las 14 horas de ese domingo frente al Palacio de las Bellas Artes y con rumbo al Zócalo, en el centro de la Ciudad de México.
Así como la Federación Mexicana de Futbol y la liga profesional femenil se pronunciaron con claridad sobre el respeto que guardarán a quien decida sumarse al paro de labores del lunes 9 de marzo (suspendiendo los juegos programados ese día), debe elaborarse una solida posición de los hombres que componen esta gran organización respecto al tema profundo que hoy nos ocupa.
Creo que la Liga BBVA puede aportar muchísimo con mensajes dirigidos a los hombres... Para hacer consciencia de conductas machistas, para sensibilizar a todos de los enormes retos que tenemos como sociedad en términos de violencia de género. Seguramente habrá instancias que puedan orientarlos y canalizarlos por una vía adecuada y correcta, que aporte, que sume.
