La Major League Soccer de los Estados Unidos lleva ya algunos años celebrando su All-Star Game. Pero que yo recuerde nunca habían hecho uno en el que se enfrentaran al conjunto de estrellas de otra competición. Por eso el partido de mañana en el Banc of California Stadium claro que es único e histórico.
Las estrellas de la MLS se habían enfrentado a equipos como la Juventus, por ejemplo. Equipos que alineaban a sus titulares unos cuantos minutos y luego empezaban a darle rol a los suplentes.
No soy ingenuo y por eso no espero ni pretendo que el partido de mañana sea una guerra sin cuartel. Sin duda tendrá un espíritu festivo, pero siento que en el juego entre los mejores jugadores de la Liga Mx y la MLS sí importará el resultado. Ninguno de los dos equipos querrá perder pues hay un creciente orgullo entre ambas competiciones.
El equipo dirigido por el peruano Juan Reynoso, pese a haber convocado a 26 elementos, tendrá que adquirir un tono serio y muy concentrado si lo que quiere es ganar, por lo que no veo que se den condiciones para que jueguen todos.
Habrá que explicarles a todos los jugadores que lo que se quiere es ganar el partido, no solo a salir por salir a la cancha, relajados, pretendiendo solo dar show.
Me genera particular inquietud si esto que escribo finalmente es asumido por los jugadores y entrenador de la selección de la Liga Mx. No pueden aflojar. No pueden permitir que una competición que a todas luces resulta mejor no lo manifieste aun en un estadio extraño o ajeno.
Me llama también la atención el comportamiento de la gente presente en el estadio. Sin duda en su gran mayoría mexicanos. Un enfrentamiento de este tipo saca de cualquier aficionado sentimientos que creía haber perdido. Los equipos de la MLS han ido, aunque sea poco a poco haciéndose de seguidores, pero qué van a hacer todos los de origen latino que además tenían en la Liga. Su referencia.
Rafael Ocampo