El fotógrafo mexiquense Mario Vázquez de la Torre inauguró en el Centro Cultural Tolzú, en la ciudad capital del Estado de México, una exposición de su trabajo paisajístico aéreo de la ciudad y de su entorno próximo, que resulta muy significativa para la fotografía testimonial del presente urbano de Toluca.
Si bien la fotografía tomada con dron es común en nuestros días, no lo era cuando Mario decidió adoptar esa herramienta, aunque lo primero que nos ofreció a sus asombrados seguidores fue la belleza natural de la entidad y de otros estados de la República mexicana, gradualmente su sólida formación y su natural curiosidad fueron emplazándolo a focalizar su interés en la urbe, un interés que ya venía trabajando en el ámbito futbolístico, pues muy conocidas son sus coberturas del equipo de futbol de la ciudad, y en el quehacer cotidiano de las personas ejerciendo sus oficios y trabajos día a día.
Las fotografías de Mario Vázquez de la Torre forman la mirada de un enamorado de su ciudad; él nos la muestra de arriba a abajo, como se expone un bien asombroso, infinito y multifacético; a las perspectivas de la urbe se suman los testimonios de una de sus batallas más difíciles: la pandemia de COVID-19, central para muchos de nosotros, y que le mereció a Mario reconocimiento internacional por su cobertura informativa, que nos revela la crudeza de un fenómeno sanitario de impacto general.
No es todo: en esta exposición, Mario nos ofrece la belleza de espacios naturales y silenciosos que también forman parte de nuestro paisaje interior. Si antes nos había adelantado ese interés, con la vista aérea nos regala cuadros de profunda belleza y quietud, como de alerta por cuánto vamos perdiendo por el quehacer humano desordenado.
Tales facetas, recogidas en la mirada del periodista, nos muestran que compartimos un espacio común. Por eso, tolucano, tolucana, al ver estas imágenes habrás de identificarte, porque comprobarás que conoces tu ciudad, sus encantos y sus dramas, que también son muchos.
Tal vez solo te alejes un poco para abarcarla toda con la mirada, porque esa luz y esos colores no los habías visto antes. ¿Cómo le haces, Mario, para capturar esos insólitos brillos? Es algo que podemos preguntarle apenas visitemos la muestra.
Ante nuestros ojos, ese espacio común se renueva. Nos renovamos en la admiración y el dolor, ¿te das cuenta? Así nos apropiarnos de la ciudad y, junto con la experiencia de todos, formamos una comunidad.
Tú formas parte de ella. La ciudad eres tú.