A principios de julio de este 2022, el escritor Gabriel Trujillo Muñoz dedicó su columna periodística en “El Imparcial” de Mexicali, Baja California, al maestro Carlos Olvera (1940-2013), en la que pondera de nueva cuenta el enorme impacto que tuvo en la narrativa nacional la novela “Mejicanos en el espacio” (Editorial Diógenes, 1968), “una de las novelas esenciales de la literatura mexicana del siglo XX”, como él la califica.
Su consideración proviene, principalmente, del lenguaje empleado por los personajes de esa primera y única novela publicada a la edad de 28 años por el autor mexiquense Carlos Olvera, nacido en Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, el 10 de diciembre de 1940. Ese lenguaje es, principalmente, el del habla corriente de los jóvenes del México de los sesenta del siglo XX, en un contexto social contestatario en todos los órdenes de la vida social y artística.
“Mejicanos en el espacio” es la historia de la destartalada nave espacial MCM-777 Zaragoza, que recorre el espacio para explorar las lunas de Júpiter, en cuya tripulación, los espacieros mexicanos, se cifra el microcosmos de usos y costumbres de México, plenamente vigente por sus rasgos de fayuca, mordidas, compadrazgos, francachelas, inconformidades y simulaciones, tan nuestras.
Se trata, afirma Trujillo Muñoz, de una novela que, al exhibir cuestiona esos hábitos de la convivencia social, y anuncia sí un futuro, en el que esos usos y costumbres permanecerán todavía por los siglos de los siglos, porque forman parte de la idiosincrasia de México. Esa anticipación es resultado de la acuciosa mirada que el autor Carlos Olvera tuvo desde muy joven hacia la sociedad de su tiempo. Sus obras tempranas para el teatro así lo muestran: el suicidio, la pena de muerte, el drama amoroso, el conflicto intergeneracional, son temas clave de esa mirada aguda sobre los puntos críticos de las relaciones humanas y, sobre todo, del futuro que puede avizorarse.
En ese sentido, concluye Gabriel Trujillo, el tiempo futuro que imagina Carlos Olvera en esa novela de anticipación mexicana es “el rostro del abuso y la explotación. La cara brutal del porvenir que nos espera” a quienes habitamos estas tierras de contrastes e ironías. “Tiempo de híbridos”, diría el Profeta del Nopal, donde el fin es motor de la creatividad.
Con esta obra, Carlos Olvera confirma que su obra narrativa es la traducción de su aguda visión de la realidad, cualidad revelada al paso de los años por los estudiosos de su obra, una narrativa sólida cuyo número de lectores crece con el tiempo.
Porfirio Hernándezfacebook.com/porfiriohernandez1969