Culturalmente, venimos de una ideología conservadora dominada por el patriarcado que rechaza la posibilidad del divorcio por el grado de libertad personal que supone, sobre todo hacia las mujeres.
Podemos entender fácilmente que pasar de casada a divorciada es uno de los sucesos de vida que más pueden desvalorar socialmente a una mujer, lo que complica el proceso.
En mi experiencia viví una situación muy difícil, ya que no lograba adaptarme a un nuevo estilo de vida sin pareja. Al principio solo pensaba en los estigmas del divorcio (que existen desde siglos atrás) sintiéndome con culpa y vergüenza.
En ese momento era importante trabajar en mi autoestima para evitar el desajuste emocional por el cual me describía de manera negativa. Honestamente, hoy pienso que son prejuicios que tenemos que dejar a un lado, no soy ni mejor ni peor mujer por ser divorciada, simplemente soy una mujer como cualquier otra.
Viviendo mi duelo, en el que atravesé todas las fases y, créanme no fue nada fácil, dudaba si había tomado la mejor decisión.
Pero fui capaz de mirar hacia adelante y desvincularme del pasado, comenzando a pensar en el futuro, nuevos proyectos personales y en los aspectos que quería mejorar en mí para ponerle un nuevo valor a mi persona.
Asumí que la separación implicaba que el proyecto de vida que teníamos dejó de existir.
Y, por lo tanto, empecé a vivir mi nueva realidad, planteando un nuevo camino con mucha fortaleza para avanzar.
A pesar de la depresión y ansiedad, con el paso del tiempo empecé con cambios en mi vida que me ayudaron a salir a delante, de tal manera que las dificultades económicas no me hundieran en la desvalorización como mujer independiente.
Por eso necesitamos entenderlo, romper los estereotipos y prejuicios sociales del patriarcado, no solo cuando nos divorciamos, sino en todos los ámbitos y momentos de nuestra vida.
Probablemente queríamos que las cosas fueran diferentes, pero tenemos que empezar a entender las cosas como son, trabajando día a día para ser la mejor versión de nosotras mismas, independientemente de nuestras situaciones.
