Cultura

Niño ahogado: prohibido hablar del pozo

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Desperté con mensajes de mis amigos extranjeros: “¿estás bien?”. ¿Pues qué habrá temblado y no me di cuenta? Me apresuré a ver las noticias. La imagen de un vagón deshecho me impactó: un brutal accidente en el Metro de la ciudad. Comencé a leer y entre incredulidad e indignación me enteré de que se trataba no de la línea más antigua que se construyó hace más de medio siglo, sino se trataba de la línea más reciente, mal construida, según decían las noticias, por el Grupo Carso, siendo Ebrard el responsable por parte del gobierno: habría que investigarse con cuidado si así fue.

Respondí a mis amigos: “estoy bien, el accidente ocurrió muy lejos de donde vivo”. Pero ¿muy lejos en verdad? Hace tiempo que paso debajo de una trabe del segundo piso del periférico, consciente de que la lluvia se filtra hacia la banqueta de Insurgentes. Como esa imagen comenzaron a circular en redes otras tantas de diversas líneas del Metro en las que una se pregunta cómo es que aun no se han caído.

Nos hemos acostumbrado a circular por lugares cuyo peligro es evidente: somos un pueblo que ha aprendido a resignarse. Sabemos que las cosas no están bien, pero continuamos en el día a día sin esperanza de que alguien ponga remedio. Siglos de apatía o incluso de la antipatía de los gobernantes hacia el pueblo, nos hicieron así: asumimos que no seremos escuchados.

Así ocurrió el famoso socavón de la carretera a Cuernavaca y así ahora la línea 12 del Metro: todos sabíamos que esas estructuras estaban mal y no dijimos nada, lo asumíamos como algo normal. Antes AMLO levantaba la voz contra la indiferencia del gobierno y muchos nos identificábamos con esa voz. Hoy nos hace falta un AMLO diferente para que levante la voz contra su propia indiferencia: es increíble. Un accidente tan brutal que ocupó las primeras páginas de varios diarios del mundo y nuestro presidente no solo no apareció en el lugar de los hechos: se fue a un evento sobre timbres postales. ¿Cambiar su agenda? ¿Cómo para qué?

Pero no solo eso: Morena, el partido por el que tantos votamos esperanzados, no permitió la comparecencia de la directora del Metro, ni permitió que se hiciera una comisión que investigara los hechos y deslindara responsabilidades: eso mejor que lo haga una empresa extranjera… que mejor siempre no… ¿o sí? ¡Pero deberían hacerlo ambos: todos! Extranjeros y mexicanos, comparar resultados: lo que sucedió fue muy grave.

Pero nada: quien no esté de acuerdo es porque es de derecha, burgués o conservador. Porque el presidente cree que él no es conservador, cosa que hasta los que votamos por él siempre supimos y sabemos que lo es. Pero no se vale disentir sin merecer una etiqueta: no se vale pensar. Quien hace una crítica no encuentra diálogo, sino etiquetas: reaccionario, derecha recalcitrante, conservador.

¿La realidad? Ya más de 25 muertos, decenas de heridos e imágenes de construcciones que amenazan con colapsar: ¿alguien va a hacer algo? ¿O simplemente van a etiquetar a quienes levanten la voz?

¿Después del niño ahogado se tapa el pozo? ¡Bueno fuera! Después de niño ahogado, prohibido hablar del pozo.

Paulina Rivero Weber


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Paulina Rivero Weber
  • Paulina Rivero Weber
  • [email protected]
  • Es licenciada, maestra y doctora en Filosofía por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Sus líneas de investigación se centran en temas de Ética y Bioética, en particular en los pensamientos de los griegos antiguos, así como de Spinoza, Nietzsche, Heidegger.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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