Han salido a la luz pública diversas notas y reportajes acerca de los gastos excesivos que realizan nuestros diputados; el caso es que todo queda en una simple conmoción ciudadana pero no hemos alzado la voz para hacer algo y detener el despilfarro. En cada crisis económica que tenemos sea interna o afectados por choques externos, vemos por parte del Gobierno Federal reducir el gasto en programas sociales y de salud pública, en adición a los programas de ayuda a los más necesitados; pero nunca hemos visto disminuir la nómina burocrática. El último escándalo del cual pudimos escuchar, se refería a los gastos de viaje que se realizaron por parte de legisladores para asistir a una cumbre de energía a Abu Dhabi en los Emiratos Árabes Unidos, viaje que costó a los mexicanos $1,746,000.00. Esto se precede de muchos otros escándalos como el bono navideño que ellos mismos se autorizaron, la compra de motocicletas Harley Davidson, su bono secreto y muchos otros. Según los datos oficiales, cada diputado gana una dieta de $148,468.00 mensuales; si tenemos 500 diputados, esto cuesta a los mexicanos 74 millones 234 mil pesos mensuales, lo que equivale a un gasto anual de casi 891 millones de pesos. En Estados Unidos, que es la primera economía del mundo, la Cámara de Representantes consta de 434 miembros, es decir, 66 menos que en nuestro país. Ahora bien, si consideramos que Estados Unidos tiene 50 estados y 1 distrito federal la representatividad de diputados por estado es de 8.5 y en México, tenemos 15.6 por nuestras 32 entidades federativas. ¿Realmente necesitamos a tantos representantes? Este es sin duda un gasto inútil que sale de nuestros impuestos; todos los asalariados tenemos un descuento de nómina por concepto de pago del Impuesto Sobre la Renta y todo lo que consumimos genera un Impuesto al Valor Agregado, es de ahí y muchos impuestos más de donde el Gobierno Federal solventa sus gastos, pero no vemos mejores carreteras u hospitales. ¿Cuándo detendremos esto?
