La Esclerosis Múltiple es una enfermedad que se caracteriza por destrucción de la envoltura neuronal llamada mielina; esta mielina cubre y envuelve los axones o terminaciones que comunican neurona con neurona, son importantísimas en la conducción de los estímulos eléctricos que son traducidos como señales o mensajes entre los millones de neuronas.
Todos esos mensajes son interpretados y traducidos finalmente como movimientos musculares y pensamientos.
Cuando el cerebro se ve afectado por la Esclerosis Múltiple, surgen múltiples alteraciones en el pensamiento, la memoria y la movilidad del cuerpo.
Las extremidades sufren de espasmos y contracciones, lo que convierte en un martirio el caminar. También los esfínteres no logran controlarse adecuadamente, así que la salida de orina y heces fecales es impredecible.
La Esclerosis Múltiple tiene un componente hereditario importante, también se asocia a climas templados y nublados con poca exposición solar y afecta con más frecuencia a las mujeres.
Puede cursar con periodos de mejoría y remisión, pero después “regresa” con mayor intensidad; en otras ocasiones, la evolución es tórpida, y en el peor de los casos es progresiva.
Una de las principales causas de muerte de este grupo de pacientes es el suicidio.
Otros fallecen por la formación de úlceras en la espalda ya que, al no poder moverse, permanecen en cama mucho tiempo; esto también da lugar a la formación de neumonía que puede complicarse y dar el punto final al enfermo.
