La disciplina, la determinación y el compromiso son la constante en la carrera de cualquier deportista. En México contamos con exponentes sobresalientes que logran escalar hasta los primeros lugares en competencias internacionales, y hay muchos más que día con día trabajan para poner en alto a nuestro país. Todos ellos merecen autoridades igualmente comprometidas, que les presten atención y trabajen de forma integrada para impulsarlos. Y hay que decirlo, no merecen autoridades que escalen sus pleitos personales al grado de generar un clima de escándalo días antes de su participación en la competencia, que para muchos tal vez fue la más importante de todas sus vidas.
Este domingo México superó su récord de medallas doradas en los Juegos Panamericanos, obteniendo un total de 142 preseas en Santiago 2023. Esto es un gran logro, pero debemos evaluar cómo mejorar aún más. Requerimos una mejor coordinación y un programa plurianual de deportes que involucre a diversas instituciones, como la Comisión Nacional del Deporte, el Comité Olímpico Mexicano y la Confederación Deportiva Mexicana.
Nuestros atletas dejaron fuera de las competencias cualquier disputa, ¡Imagínense lo que podemos lograr si unificamos esfuerzos para apoyarlos!
Los incentivos y premios otorgados por el Estado a los medallistas durante este sexenio han sido superiores a los anteriores, pero es momento de evaluar lo que debemos hacer para alcanzar mejores resultados. Es esencial forjar un pacto nacional que involucre a actores políticos, sociales y la iniciativa privada para priorizar el deporte en México. La colaboración de atletas y entrenadores, quienes enfrentan desafíos diarios, es crucial para la reforma deportiva. La empatía, comprensión y diálogo son fundamentales en la administración deportiva.
Además, es importante tomar ejemplos de federaciones exitosas, como la Federación Mexicana de Taekwondo, que se basa en la organización territorial, procesos selectivos, fogueo y capacitación constante.
El deporte debe estar organizado territorialmente, llegando a todas las comunidades a través de asociaciones estatales, ligas municipales y escuelas. Se debe fomentar la disciplina deportiva a través de eventos, campamentos y capacitación, garantizando que todos tengan acceso a actividades físicas.
El sistema educativo debe incluir deportes para la formación integral de los alumnos y la detección de talentos, respaldado por universidades especializadas en educación física y entrenamiento deportivo. Además, se debe promover la práctica deportiva para generar un ambiente saludable y reducir la influencia del crimen organizado.
Para los atletas con aspiraciones internacionales, es necesario contar con apoyo económico y político, permitiéndoles centrarse en sus objetivos. Las instituciones deportivas deben enfocar los recursos en programas a largo plazo y aprovechar la infraestructura heredada de eventos deportivos anteriores.
El éxito deportivo no solo enorgullece al país, sino que motiva a más personas a practicar deportes y fortalece la identidad nacional. La promoción deportiva con visión a largo plazo y una estructura territorial es una inversión valiosa para México y su futuro.
¡Felicidades a nuestros medallistas de Santiago 2023!