Cultura

Reconciliarse con el pasado

Tal como lo ofrecimos, cada mes continuamos publicando sobre las 12 promesas que el programa de los 12 pasos creado por los Alcohólicos Anónimos ofrece para quienes se apegan a su plan de recuperación, por lo que en el tercer mes del año comentaremos la promesa tres: “no nos lamentaremos por el pasado, ni desearemos cerrar la puerta que nos lleva a él”.

En mi forma de escribir, prefiero utilizar el lenguaje en forma positiva por lo que yo traduciría esta frase simplemente a “nos reconciliaremos con nuestro pasado y desearemos mantener abierta la puerta que nos lleva a él”.

Cuando el programa espiritual de recuperación de los 12 pasos es llevado a cabo de la mejor manera posible, efectivamente uno de los efectos inmediatos es el de vivir en tiempo presente, en ese solo por hoy del plan de las 24 horas que dice que el pasado ya se fue, el futuro aún no llega y lo único que se tiene es este momento en que vivimos.

Adicionalmente, si somos honestos con nosotros mismos, podemos ponernos en paz con nuestra historia de vida y dejar que el pasado se convierta en el cofre del tesoro que abriremos cada vez que necesitemos recordar alguna enseñanza, pero dejando de lamentarnos de que lo que fue se haya ido o, de lo que nunca pudo ser.

Dejar de vivir en el pasado y reconciliarse con él es salirse del papel de víctima, de los lamentos por las añoranzas de lo que quedó atrás o de las frustraciones de lo que nunca sucedió como hubiéramos querido, además de aceptar el presente tal y como es, con la disposición de construirnos siempre en una mejor versión de nosotros mismos.

Y es que muchas veces los seres humanos vivimos, como se dice coloquialmente, recordando nuestras glorias pasadas o evocando lo que un día fuimos y ya no está, de igual forma que acariciamos todo aquello que un día anhelamos y no fue posible, instalándonos en el sufrimiento por algo que nunca sucedió.

Peor aún, en esa insana costumbre de vivir en el ayer, si no aprendimos la lección, la vida nos la repite y nos pasamos mucho tiempo reincidiendo en las mismas conductas, si no las hemos sanado, por lo que mantener abierto el cofre del tesoro del pasado es la forma en que podemos generar resiliencia hacia lo vivido anteriormente.

Por ello esta tercera promesa de recuperación me parece formidable porque significa la oportunidad de ponerse en paz con la historia personal, de verla con aceptación, soltarla, dejarla ir y borrar cualquier tipo de memoria limitante, para que con plena libertad nos podamos dedicar a vivir en plenitud en el tiempo presente, en lo que hoy somos y estamos construyendo.

Como dicen en algunas clínicas y grupos que se guían por el programa de los 12 pasos y el modelo Minnesota: no nos importa lo que hayas hecho antes, de dónde vengas, qué tan bajo hayas caído o quién hayas sido, lo único que nos interesa es que tienes el deseo de vencer tu adicción igual que nosotros y encontrar una nueva vida, útil y feliz.

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Omar Cervantes
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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