Cultura

Hagamos las cosas bien

Cada vez que nos preguntan sobre algún centro de rehabilitación o clínica contra las adicciones recomendamos que busquen de preferencia aquellas que tengan la Norma Oficial Mexicana 028 o estén en vías de obtenerla.

Esta NOM 028 es la máxima condición regulatoria federal que debe tener todo centro, clínica o terapeuta que quiera dedicarse a la lucha contra las adicciones.

Esta norma del gobierno federal a través de la Secretaría de Salud con la Conadic y la Cofepris, por supuesto se complementa con los permisos estatales y municipales respectivos.

Desafortunadamente, en el mundo del combate al abuso de las drogas, existen estigmas y juicios muy negativos. En su mayoría estos se deben a la mala reputación que generan noticias escandalosas que suelen suceder en centros fuera de norma o fuera de serie, como se les conoce comúnmente.

Por ello en mi calidad de comunicador y especialista en adicciones con cédula profesional para ejercer en este campo de la salud pública, he sido muy insistente en darle a las familias y a los posibles pacientes, información y orientación precisa, oportuna y profesional.

Investigando un poco sobre este importante tema en el país me topé con información digna de observarse por las autoridades competentes.

La primera es que la mayoría de las clínicas o centros fuera de serie operan en la clandestinidad, muchas veces con la complicidad de algún funcionario público o ante la mirada ciega del área regulatoria.

La segunda es que son muy pocas las clínicas en todo el país que cuentan con la NOM 028 y todos los permisos correspondientes. En algunas ocasiones esto se debe a la falta de apoyo o acompañamiento oficial para poder cumplir los requisitos. En otros casos es la burocracia la que hace muy lento y a veces imposible este proceso.

La tercera y que puede ser alarmante es que en lugar de que las autoridades sean facilitadoras para que se cumpla la norma, suelen poner obstáculos para favorecer territorialmente a alguna o algunas clínicas “predilectas”, lo que podría suponer temas de corrupción.

También es cierto que a falta de la NOM que expide la Secretaría de Salud federal, en algunas ocasiones el establecimiento puede acudir a la autoridad de regulación estatal para buscar una certificación que le permita operar públicamente, mientras consigue la norma.

Sin embargo en todos los escenarios lo óptimo es que hagamos las cosas bien y promovamos la cultura de la regulación y el cumplimiento de la norma de tan importante tema de la salud de los individuos y sus familias.

Hagamos campañas de información al público para que sepan qué certificaciones y a qué están obligados los establecimientos que trabajen en adicciones.

Pidamos a las autoridades correspondientes que hagan cruzadas para levantar censos de los centros, solicitando regularizarse en el menor tiempo posible con un periodo de gracia para quienes estén fuera de regla.

Usemos las redes sociales y los medios de comunicación tradicionales para que esta información sea clara y transparente para que las familias tomen decisiones correctas y puedan confiar en las manos en las que están dejando la salud de su enfermo de adicción.

¡Hagamos las cosas bien! ¡Simple!

Por Omar Cervantes Rodríguez


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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