Dejen de romantizar la ansiedad, dicen, mientras suben una foto de un precioso rostro lloroso a la red.
Yo les digo que no hay foto que ejemplifique como se siente estar bien mientras hay sol, y que al atardecer el pecho se apriete, los pulmones se cierren y sientas que te vas a morir, porque tu cuerpo va a dejar de respirar en cualquier momento.
No hay palabras para escribir el desagrado de salivar en exceso, como bestia, mientras vomitas lo que te atracaste durante el día o los jugos gástricos porque no lograste comer.
A veces de tanto no respirar no se puede ni llorar. La diarrea, vomitar mientras te orinas, perder el control de cada esfínter mientras luchas por respirar... no es nada glam.
Ser una persona brillante y cuerda que desde algún recóndito lugar de la mente se observa a sí misma y se dice “como puede ser posible que no pueda mantenerme bajo control” y te juzgas y te culpas mientras vomitas y mejor piensas en morirte porque vivir así es una mierda.
Perder amigas porque básicamente eres una amiga de mierda mientras tratas de sobrevivir. Tener grandes ideas y proyectos y ver avanzar a todos menos a ti porque te toma la misma energía lanzar un curso que respirar.
No poder salir ni a dos cuadras a comprar azúcar porque te genera una ansiedad terrible e inexplicable hacerlo, depender de alguien para ir y venir todo el tiempo, no poder responder llamadas o hacer trámites, a veces ni siquiera poder responder mensajes.
Estar tan embotada por las medicinas que te quitan la taquicardia pero te revuelven el cerebro. Sentir que has vivido así desde que te escondías en el armario para quemarte y cortarte y sentir algo, lo que fuera.
No romanticen la ansiedad, pero de veras, no lo hagan, porque molesta ver esas fotos donde llorar es bonito, y compararlas con tu desastre de mierda en el piso del baño, la urticaria nocturna, los hijos que tienen que saber que su mama está enferma, el plan de emergencia que consiste en ir a la Cruz Roja cuando la última vez te violaron.
Es una mierda vivir así y tener que ser funcional, pagar deudas, mantener hijos, tratar de cumplir sueños y que finalmente nadie (ni tienen qué) entiende o nadie te cree o nadie lo sabe porque mejor no hablas con nadie y ni siquiera lo notan, de tanto que te aislaste a ti misma, para no ser la quejica, para no ser la carga.
Acabé con eso y prefiero que susurren y manden anónimos diciendo que me quejo un chingo, que me digan que se quita con aceites, yoga, biodescodificación y magia (como si no hubiera probado todo ya y no fuera mi cerebro que se desequilibró en traumas pasados) porque neta ALGUIEN tiene que decirles que la ansiedad no es una foto llorosa y linda frente al espejo.