Hay encuentros que te marcan de por vida. Ése fue el caso de Ana Sofía Pérez Gordillo, a quien con apenas siete años su mamá la llevó a conocer la Universidad Nacional Autónoma de México. Ese entorno despertó en ella la convicción de que había encontrado su alma máter. Allí cursó la preparatoria y pudo haber disfrutado del pase automático a carrera, de no ser porque la profesión que eligió, Medicina, requería demostrar un puntaje alto en el examen de admisión. Así que presentó dicha evaluación dos veces sin éxito. Pero como reza la consigna, la tercera fue la vencida. ¡Y vaya que lo logró! Obtuvo el puntaje perfecto con un total de 120 aciertos.
De 19 mil 550 personas que fueron examinadas, solo cuatro lograron esta proeza. De esas, tres son mujeres y dos de ellas han elegido Medicina como salida profesional. Pero esto no es un cuento de hadas y esta historia no termina con haber logrado lo que se propusieron. Apenas empieza lo difícil. Con lo inteligente que es, Ana Sofía lo sabe muy bien. Confiesa en la entrevista que le hizo Notivox que tiene miedo a que la realidad del entorno en el que vive termine por truncar su sueño.
Ana Sofía, con su alto promedio y la increíble resiliencia que la llevó a insistir hasta lograr lo que se proponía, no es la única mujer excepcional en esta historia. La entrevista no profundiza en ello, pero la figura de una mamá que lleva a su hija de siete años a conocer la UNAM sería también muy digna de ser narrada. Y a ella se suma otra historia interesante, la de su abuela de 67 años, que es quien sostiene económicamente a Ana Sofía, también una excepción a las estadísticas.
Asignada en el turno vespertino, esta estudiante estrella terminará sus clases a las 10 de la noche y le tomará dos horas transportarse a su casa en Ecatepec, municipio ubicado entre los más inseguros a nivel nacional. ¿Bastará que ella, su madre y su abuela sean mujeres extraordinarias para que logre su cometido de graduarse como médica en la UNAM? Le toca al Estado, a la UNAM y a la sociedad en su conjunto garantizar que esto suceda. ¿Quién se apunta para ayudar?
