Acepta la vida con todo lo que conlleva: aceptar el imprevisto. Un hijo es la imprevisión pura.
-Milan Kundera
En la actualidad, después del largo encierro por la pandemia, nos enfrentamos a una realidad nunca antes experimentada, el regreso a nuestras vidas que son las mismas y a la vez no lo son.
Con los conocidos es fácil levantar la mano desde la sana distancia, pero ¿cómo debemos saludar a los más cercanos? ¿Es correcto abrazarlos?
El problema se agrava con los más pequeños a quienes por largos meses mantuvimos a salvo dentro de un entorno seguro con medidas sanitarias llenas de reglas y asepsia, hoy están regresando a las aulas llenos de angustia, temores e incertidumbre.
Tal como sucede en la novela de Milan Kundera, La vida está en otra parte, donde la madre de Jaromil es una mujer posesiva que sobreprotege a su hijo y desprecia a su marido. Alentado por la madre, que le festeja todas sus gracias, ya que para ella “¡El cuerpo del hijo era su hogar, su paraíso, su reino! …”. Jaromil entra en la adolescencia creyéndose poeta. Mientras su madre tiene con el profesor de dibujo de Jaromil una aventura que la llenará de remordimientos, Jaromil experimentará las dificultades de entablar amistad con sus compañeros y trata de ocultar en sus poemas sus primeras experiencias eróticas. Después creará en su imaginación a un personaje llamado Xavier, su alter ego, que vive lo que a él se le niega. Cuando ya accede a la universidad, se implanta en el país el comunismo, Jaromil se convierte en un poeta del régimen, desapercibido de que su vida no es sino una eterna huida y, lo que es peor, que toda elección acarrea consecuencias mucho más graves de lo que uno puede imaginar.
La reflexión inmediata es que los padres debemos alentar a nuestros hijos a salir al mundo con precaución, pero sin miedo; no les podemos allanar el camino, ni les podemos evitar algunos sufrimientos, que bien gestionados les ayudan a crecer y madurar. Dicho de otro modo: tienen que vivir su propia vida, con todo lo que ello implica.
John Lennon dijo una vez que “la vida es eso que pasa mientras estamos haciendo otros planes”. Habremos de recordar, los mayores, y hacer que nuestros pequeños sean conscientes del valor del tiempo, del aquí y del ahora, es decir, del presente; lo que pasa no es el tiempo sino nuestras vidas, para que la vida no esté en otra parte.
Miriam Colín
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