El payaso Talachitas, entrevistado ayer por Multimedios Puebla, es el fiel reflejo de un sociedad en descomposición, que busca obtener beneficios a la mala, y llega hasta amenazar con lincharlo con tal de no pagar sus servicios.
En redes sociales, el artista urbano fue víctima de un doble linchamiento, porque hubo muchos comentarios negativos, y a pesar de llevarse el susto de su vida le tiraron hate, como dirían los jóvenes, lo cual le ha causado un daño psicológico, según sus propias palabras.
Por todo eso, acudió a la Fiscalía General del Estado donde presentó una denuncia de hechos, en contra de quien resulte responsable por el delito de amenazas, a raíz de lo sucedido el fin de semana en el municipio de Acatzingo.
En un video subido al Facebook se alcanza a escuchar la discusión con dos hombres y una mujer, por el pago de su show y al no cubrir el monto acordado de 10 mil pesos, le advierten que tomarían represalias contra su integridad física.
Algo similar sucedió con el jugador de futbol del equipo Rayados de Monterrey, German Berterame, quien al ser expulsado del partido del sábado contra Tigres de la UANL, fue objeto de críticas e insultos y amenazas por parte de aficionados fuera de control.
Resulta difícil de creer, pero sucedió que un diferendo en el precio de un servicio, en el caso de Talachitas; y por el resultado un juego de fútbol alguien reciba ese acoso psicológico y la advertencia de irse del país.
Eso habla pésimo de nuestros valores como seres humanos, y de la falta de respeto a la vida de nuestros semejantes. Nadie debería pasar por una situación de esta naturaleza.
Mucho menos sentirse en peligro de muerte por algo que puede resolverse mediante el diálogo, o bien entendiendo que es un espectáculo como cualquier otro donde se gana, se pierde o se empata, así de sencillo.
En ambos casos, la autoridad deberá intervenir para poner un freno a este tipo de delitos, donde cobijados por el anonimato de los medios digitales como en el caso del futbolista, o por la impunidad en el asunto del payasito, se atienen a que no pasa nada.
Las Fiscalías debe citar a los involucrados y proceder conforme a derecho, solo así habrá justicia en nuestro país. De lo contrario seguirán escudándose en el vacío de autoridad.
