Política

Gentrificación

En 1964, la socióloga británica Ruth Glass fue quien acuñó el término “gentrificación”. Lo empleó para describir un fenómeno que observaba en barrios londinenses de clase trabajadora, como Notting Hill e Islington, donde nuevos residentes de clase media (“gentry”) compraban y renovaban viviendas, lo que resultaba en el desplazamiento de los habitantes originales de menores ingresos.

Bajo esta premisa podemos ver que el fenómeno no es nuevo y se ha mantenido a lo largo de décadas repitiéndose una y otra vez en los centros urbanos. Las ciudades son organismos vivos en constante transformación. Sin embargo, detrás del brillo de las fachadas renovadas y la promesa de un nuevo desarrollo, se esconde este fenómeno complejo y a menudo doloroso.

Y es que no solo implica la renovación de áreas urbanas y la afluencia de poblaciones con mayor poder adquisitivo sino que también genera un desplazamiento silencioso en muchos casos de los habitantes originales. No es meramente un cambio estético; es una reconfiguración profunda del tejido social que pone a prueba la cohesión y la equidad en nuestras sociedades.

En su esencia, la gentrificación se basa en la lógica del mercado y la búsqueda de rentabilidad. Barrios históricamente habitados por clases trabajadoras o en situación de vulnerabilidad, a menudo con edificios deteriorados y precios de suelo bajos, se convierten en atractivos objetivos para la inversión.

De esta manera la llegada de capital, tanto público como privado, para la renovación de viviendas, la creación de nuevos negocios de moda y el embellecimiento del entorno, eleva inevitablemente el valor de las propiedades y los costos de vida.

Es aquí donde reside el núcleo del impacto social negativo: Los vecinos de toda la vida, los pequeños comerciantes, los artistas locales, se ven forzados a abandonar sus hogares y sus comunidades. El desplazamiento no es solo físico; es un desarraigo cultural y social, la pérdida de redes de apoyo, de identidad y de pertenencia. Lo más grave: se rompe el tejido social.

Y ese rompimiento es generador de muchos de los males que hoy padecemos como sociedad, hablar de gentrificación nos puede llevar planas enteras aquí lo importante es que se generan las condiciones necesarias para no para evitar el fenómeno sino para que sus impactos sean menores.


Google news logo
Síguenos en
Miguel Ángel Puértolas
  • Miguel Ángel Puértolas
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.