Política

Ecos de Chechenia

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Cuando Yeltsin destituyó a Pavel Grachev, su ministro de defensa, tras el desastre de la intervención rusa sobre Chechenia, un remanso de preocupación quedaba en el Kremlin hacia las elecciones de 1996. La lógica de la democracia compitió con el secuestro emocional de Yeltsin a sí mismo. Los saldos de Chechenia, la oposición generalizada a su intervención y la necesidad rusa de un cese al fuego parecen olvidados en el mundo de lo banalizable.

Hoy suenan ciertos ecos de Chechenia, pero la lógica de la democracia importa poco cuando por encima de ella se coloca la desjerarquización absoluta. En los reclamos a matizar la invasión a Ucrania se exhibe la renuncia a detener el deterioro del pensamiento.

Cuando desaparecen principios éticos se diluye la verdad. Se extinguen las fronteras de lo justo, de las nociones de proporcionalidad. Un periodista compara la etiqueta a las cuentas digitales de medios controlados por Moscú, con las marcas nazis a los judíos que asesinaron en campos de exterminio. No se trata de incapacidad para diferenciar la propaganda, es deleznable e idiota perversión.

Perdidos los límites de lo banalizable, el delirio del siglo XX es usado para disfrazar la irresponsabilidad del XXI. El agresor presentándose como salvador de víctimas a quienes acusa de las desgracias que éste infirió. Para la memoria, así también hablaba Milošević. El delirio tantea sus extremos —eso es amenazar con armas atómicas—. Se elude por los frívolos y su imposibilidad de hablar de la violencia rusa sin arrojar lodo sobre Ucrania y sus liderazgos. ¿En verdad tienen el mismo peso las miradas del invasor y del invadido? Frente a la violación de toda regla de guerra y ley internacional, no cabe la ingenuidad de suponer que el efecto de las equivalencias falsas o imprecisas no enaltece a Putin. Aquí no hay espacio para la asepsia.

La desjerarquización absoluta elimina muertos, desplazados y vidas destruidas, cerca de un millón de personas han escapado de las bombas en unos días. A ellas las desplazaron los ataques rusos y nadie más. No es solo el discurso de Putin, sino su aceptación la que envenena el presente.

Siguiendo los pasos de Chechenia se condena a Ucrania a su implosión. 

@_Maruan

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Maruan Soto Antaki
  • Maruan Soto Antaki
  • Escritor mexicano. Autor de novelas y ensayos. Ha vivido en Nicaragua, España, Libia, Siria y México. Colabora con distintos medios mexicanos e internacionales donde trata temas relacionados con Medio Oriente, cultura, política, filosofía y religión.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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