Recordemos hoy: el gusano no se enreda en sus hilos de seda y perece ahorcado; la abeja no se hunde en la miel y muere ahogada; los ríos no se consumen en la profundidad del océano y se extinguen.
Aceptemos que la Naturaleza no cae en su propia trampa como caen los humanos, esclavos de una historia imperfecta, rehenes de expectativas insaciables, presos de pensamientos y emociones destructivos.
Recordemos hoy: el movimiento es la vida, la contemplación es la paz.
Vivir en paz, significa entonces, estar en movimiento contemplativo, moverse como el oleaje en el viento, en un vaivén de campos magnéticos fluidos e invisibles; vivir es deslizarse en el tiempo, pasajero de una galaxia navegando el infinito.
Recordemos hoy: el cuerpo humano es un vehículo prestado, no siempre todo terreno.
Se es humano por la apariencia de humano, por descender de la reproducción de esa especie; el ser humano se viste de tatuajes estando pletórico de datos biométricos, su identidad es una enorme huella digital, se asoma por el iris en los ojos, por los dedos en las manos, por el ADN en cada célula que
descama la piel y cae al suelo, sembrando el camino de olvido de quien se creía ser.
Cada 21 días la sangre ya es otra sangre, cada 28 días la mente ya es otra mente, una luna nueva habita la noche de los pensamientos.
Por ello la felicidad va y viene, y la melancolía sube con la marea nocturna y se desea morir, pero la vida abre los ojos al amanecer, se presenta en el mundo como el ave en un árbol, para construir un nido que soporte las tormentas que destruyen los sueños de futuro.
Recordemos hoy: el amor es lo más parecido a la bondad hasta que uno de los dos se agota, entonces queda solo el amor, o sola la bondad, y ya no tienen que parecerse a nada sino a sí mismos, y surge el amor sin bondad y la bondad sin amor.
Por ello deben la bondad y el amor siempre alimentarse uno al otro, porque solo juntos, pueden salvar una vida.
Dedico estas líneas en homenaje a quienes trabajan en la prevención del suicidio, y en solidaridad con quien se encuentre en un trance depresivo o de ansiedad.
Descansen la melancolía en lo que les signifique amor y belleza, apóyense en los profesionales de la salud.
Descansen en el regazo de la vida, el doloroso momento pasará.