El programa semanal Conectando con la gente en esta ocasión se dedicó profusamente a abordar el programa piloto de educación sexual que se pretende poner en marcha en los municipios de Silao y Romita. Pero lamentablemente, no disipó el revuelo en torno a la iniciativa denominada En buen plan, sino que lo acrecentó. Si en un principio causó inquietud entre un amplio sector que la política se anunciara tras una reunión con la asociación Las Libres, notoriamente reconocida por la promoción de la despenalización del delito del aborto, luego del programa de ayer, no resta más que exigir que las autoridades estatales difundan el material que se pretende llevar a las aulas: que presenten en sociedad el documento y todos los materiales didácticos de En buen plan. Que pongan en línea el detalle de sus 10 ejes, que la carta descriptiva sea de libre acceso y consulta para todo aquel interesado.
Solo así se podrá disipar la duda si, como los padres de familia organizados afirman, se trata o no, de “imponer ya no en la Constitución o en el Código Penal, sino a través de la educación el abortismo y la confusión de género”.
Resulta preocupante también que personas servidoras públicas que se presentaron en el programa como expertas posean prejuicios que les llevan a afirmar en público que las personas provida “opinan desde la ignorancia”, calificarles como “incoherentes” o lanzar lugares comunes tales como decir que “hablan desde sus privilegios”.
Y es que en el fondo, la gobernadora Libia García tiene razón: este tema es tan importante y de un impacto tal para el proyecto de vida de miles de nuestros menores, que debe abordarse de manera clara y profesional, pero sobre todo, sin prejuicios. De donde quiera que estos pre-juicios provengan.
De lo contrario, como lo dijo la propia mandataria: “no es por ahí...”
