Esta semana cerramos el tema de los cuatro cerebros corporales y hablaremos de las glándulas suprarrenales. Ubicadas por encima de los riñones, estos órganos endocrinos, cuya médula interna consiste en masas de neuronas que forman parte del sistema nervioso simpático, se encargan de producir varias hormonas, entre ellas, la adrenalina y el cortisol, esta última conocida como la hormona del estrés.
La función central de las Suprarrenales es dar respuesta a los estímulos o situaciones de urgencia, reales o imaginarios, y se relacionan directamente con los estados de calma, lucha o huida, pero sus funciones van mucho más allá. Estas glándulas se encargan también de secretar precursores de andrógenos como la testosterona y regular la actividad renal.

Hablando del cortisol, tiene tareas importantes como el ajuste de los niveles de inflamación en el cuerpo; de la presión sanguínea, del ciclo de sueño y vigilia; del equilibrio de glucosa, sal y agua, además de que contribuye en los procesos de memoria y concentración.
El problema es que en exceso, la activación permanente del sistema simpático provoca desequilibrio crónico, causando “deterioro del sistema inmunológico, acumulación de grasa corporal, problemas digestivos y una mayor exposición a las toxinas por el daño a la mucosa intestinal”.

Numerosos estudios demuestran que a través de la práctica regular del yoga, los niveles de cortisol descienden. De hecho, se ha revelado que después de dos meses de práctica, aumenta la densidad de la materia gris en el hipocampo y se producen cambios en la amígdala, la parte del sistema límbico, responsable de controlar los niveles de ansiedad, lo que pone una vez más de manifiesto la íntima relación de los distintos órganos a lo largo del cuerpo.
Así que hoy te proponemos tres asanas que actúan directamente sobre las glándulas suprarrenales: La primera es Bhujangasana, la Cobra que equilibra estas glándulas, regulando la secreción de cortisol. Setu Bandha Sarvangasana, el Puente, por su parte, estimula el meridiano o canal energético del riñón que actúa directamente sobre las glándulas suprarrenales. Finalmente Marichyasana, o el Rayo de Luz, ayuda a estimular el sistema nervioso parasimpático, el responsable de los procesos involuntarios y de restauración. Además purifica y regula funciones de suprarrenales, hígado, páncreas y riñones.
