Para el Yoga, como para muchas otras tradiciones espirituales, el equilibrio en el cuerpo de los cinco elementos de la naturaleza, materia prima de todo lo que existe, es esencial para alcanzar una experiencia de vida centrada, sana y una mente en paz.
En el caso del elemento tierra, hablamos de arraigo, de solidez, de materia y estructura, de raíces que sostienen con firmeza, de seguridad, de nutrición, contención y calma. En el cuerpo hablamos de huesos, músculos, del primer chakra o chakra raíz, de los sentidos; en la práctica de yoga, de las asanas. Con este elemento en balance se tiene el poder de materializar lo que se desea.
ILUSTRACIÓN:
Juan Carlos Fleicer
Parsva Balasana, la postura del Niño Girado o la postura de Enhebrar la Aguja es una buena posición para armonizar Muladhara chakra, el chakra raíz: “Cuando está equilibrado, puede ayudar al yogui a sentirse más arraigado y conectado a la Madre Tierra. Además, este chakra ayuda a vivir en seguridad, quietud y claridad, y a encontrar alivio del estrés de la vida”.
Como explica el portal lahamacadelona.com, ésta es una asana suave que incorpora un giro del torso mientras el cuerpo y la mente experimentan los beneficios calmantes de una flexión hacia adelante. Parsva Balasana es la postura ideal para cualquiera que padezca de estrés crónico, especialmente para aquellos que concentran la tensión en la parte superior del cuerpo, en cuello y hombros: “Se piensa que la torsión de la columna ayuda a “exprimir” la energía negativa, liberando la tensión física y mental y preparándola para una nueva nutrición”.
Para armar la postura inicia desde la posición de la mesa, extiende el brazo derecho hacia adelante, inhala y lleva el brazo izquierdo hacia el lado derecho, colocando el brazo sobre el piso con la palma hacia arriba y la cabeza recargada de lado en el mat.
Lleva el brazo derecho sobre tu cabeza, con los dedos ahuecados en el piso. También puedes colocar la palma derecha en la cadera. Ésta es una buena postura para aprender a equilibrar el esfuerzo y la relajación porque la inhalación alarga la columna, mientras que la exhalación relaja el cuerpo y profundiza el giro.
Quédate de 6 a 8 respiraciones. Luego empuja el piso y vuelve a subir a la mesa. Repite del otro lado.
(Información de lahamacadelona.com, siddhiyoga.com y yogatarragona.com)
Marién Estrada
@marien_caminoa7