De acuerdo con la tradición taoísta se puede sonreír por dentro y el órgano encargado de hacerlo es el misterioso timo, considerado la sede del chi o energía vital.
La glándula timo se ubica al centro del pecho, detrás del esternón y de acuerdo con los estudios más recientes, parece tender a crecer cuando estamos alegres y a encogerse, si hay estrés o enfermedad, de ahí su fama de ser la glándula de la felicidad.
Por años, los médicos pensaron que el timo se atrofiaba y dejaba de trabajar en la adolescencia porque solo accedían a él en cadáveres, durante la autopsia, y siempre lo encontraban empequeñecido.
Más tarde, la ciencia demostró que, aunque disminuye su tamaño después de la infancia, permanece activo con una función fundamental, pues en su interior es donde maduran los linfocitos T, las células propulsoras de anticuerpos. Así que el timo resulta ser uno de los pilares del sistema inmunológico, junto con las glándulas adrenales y la espina dorsal, estando directamente conectado a los sentidos, la conciencia y el lenguaje:
“Se sabe que esta glándula es muy sensible a las imágenes, colores, luces, olores, sabores, gestos, toques, sonidos palabras y pensamientos. Amor y odio lo afectan profundamente y los pensamientos negativos tienen más poder sobre él que los virus y las bacterias”.
Un importante descubrimiento de la kinesiología, según explica el terapeuta Manuel Rojas, es que el timo dirige y regula el flujo de energía en el sistema de meridianos o canales energéticos de la medicina china.
Dada su posición estratégica, de acuerdo con el portal karmayoga.com, Anahata o “el chakra cardiaco, considerado fuente energética de unión y compasión, podría tener más que ver con el timo que con el corazón. Según las enseñanzas budistas, es aquí donde se da el paso del estado animal al estado humano”.
También es posible ejercitar el timo para aumentar su producción de bienestar y felicidad con estas tres posturas de yoga que abren el pecho:
1. Ustrasana o postura del Camello: despeja bloqueos creados por los incidentes del pasado y fortalece la columna vertebral, los hombros y la apertura de los brazos. Estimula la cavidad torácica y abre directamente el chakra cardiaco. Ayuda a respirar mejor, a ser más flexibles de cuerpo y corazón, a ser más expansivos y a equilibrar las emociones.
2. Marjariasana o postura del gato y Bitilasana o postura de la Vaca: El movimiento de contracción y expansión ayuda a suavizar y liberar la tensión en toda la espalda y el cuello que impiden dejar abierto el corazón.
3. Urdhva Dhanurasana o postura de la Rueda: Abre los músculos intercostales en la caja torácica, y se crea un mayor espacio para que el corazón bombee la sangre sin problemas. También fortalece los músculos del pecho, abre los hombros y mejora la postura en general. _
(Con información de karmayoga.es, budacuantico.blogspot.com y manurola.blogspot.com)
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