Corría el año de 1991 ocupaba la silla municipal el Lic. Carlos Román Cepeda González duraría en el cargo hasta 1993.
Lucrecia Solano de Montemayor, esposa del gobernador Rogelio Montemayor, una enamorada de la historia se propuso que todos los municipios de Coahuila tuvieran un edificio o local para resguardar los documentos de cada entidad de nuestro Estado.
En Torreón Carlos Román Cepeda adquirió la casa de Don Isauro Martínez para que fuera el recinto del Archivo.
En ese edificio se inauguró lo que sería el Instituto de documentación Eduardo Guerra, hoy Archivo Municipal de Torreón. Eduardo Guerra.
Se formó un Consejo al cual fui invitada junto con otros personajes laguneros.
Se elaboró un reglamento para el Archivo aprobado por el Cabildo, igualmente se aprobó que hubiera cuatro cronistas: Jacinto Faya Martínez, Homero del Bosque, Carlos Montfort Rubín y Joaquín Sánchez Matamoros.
En ese periodo Alberto González Domene era el regidor de Cultura y se publicaron 17 libros sobre la Historia de Torreón.
En septiembre de 1932 Torreón celebraba su vigésimo quinto aniversario de su elevación al rango político de ciudad. Eduardo Guerra fue el primer cronista de la ciudad, escribió Historia de Torreón, otros cronistas fueron el Dr. Horacio Gutiérrez Crespo y Pablo C. Moreno.
Historiadores como José León Robles de la Torre, Gildardo Contreras, Roberto Martínez, Javier Ramos, Jesús Sotomayor, María Isabel Saldaña, Gabriela Román Jaquez, Manuel Plana, William Meyers, Mario Cerutti, Rodolfo Esparza, Sergio Corona, Jorge Rodríguez entre otros han escrito sobre nuestra ciudad y Comarca Lagunera.
La primera directora del Archivo fue doña Beatriz González de Montemayor, a ella se debe el orden, el inventario y en algunos fondos la catalogación de los documentos que hasta hoy prevalece. Igualmente se preocupó de rescatar el archivo fotográfico Harold Miller y años más tarde su hija donó el archivo fotográfico personal de doña Beatriz.
La catalogación de los extranjeros en Torreón también fue su proyecto que dejó sin terminar por su muerte.
Siguió Elisa Gutiérrez como directora cuando Salomón Juan Marcos era alcalde y retomó la investigación de doña Beatriz poniéndola a su nombre y no al del Ayuntamiento de Torreón.
En ese año el municipio de Torreón en conjunto con la Ibero publicaron el libro Tulitas de Torreón.
Jorge Rodríguez Pardo fue el siguiente director y empezó a trabajar el Catálogo de extranjeros, la investigación se corrigió y aumentó con nueva información.
En su administración se digitalizaron más de 150 libros de la historia de Torreón y se rescató la historia oral, un programa de coloquios elaborados por Sonia Salum cuando era la directora de Cultura de la ciudad.
Con el Dr. Rodolfo Esparza se digitalizaron mapas, fotografías y documentos. Se donaron el archivo de Andrés Eppen y el de la hacienda de Chávez entre otros. Se conformó el Consejo de la Crónica.
El 21 de febrero del 2013, el alcalde de la ciudad de Torreón, Coahuila Eduardo Olmos instaló formalmente el Consejo de la Crónica. Los invitados a formar este Consejo fueron: Gildardo Contreras Palacio, Jesús Sotomayor Garza, Sergio Corona (descanse en paz), Oralia Esparza Rodríguez, José León Robles de la Torre, Rodolfo Esparza Cárdenas y María Isabel Saldaña Villarreal.
La crónica es el contar “el aquí y el ahora”; el hoy, no el ayer.
Es narrar los acontecimientos de la ciudad en las diferentes áreas como: política, economía, cultura, deporte, urbanismo, etc.
Por eso un Consejo de la Crónica es tan importante para rescatar y difundir nuestra historia citadina, ya que un solo cronista no le alcanza la vida para cubrir todas las áreas de la historia de Torreón.
Carlos Castañón obtuvo el cargo de director gracias a que se encadenó al monumento del Torreón, posteriormente elaboró un libro “La toma del Torreón” contando su hazaña.
El director Castañón continuó con el trabajo de Jorge Rodríguez de digitalizar libros y del Dr. Rodolfo Esparza en cuanto a catalogación. Lo que sí fue nuevo fueron sus publicaciones de sus “amiguis”.
Desgraciadamente no fue incluyente con los historiadores de Torreón que no pertenecen a su círculo.
La nueva administración de Román Alberto Cepeda González tendrá un gran reto al designar al director del Archivo.
Nuestra memoria está guardada en ese recinto y los documentos que se escriben día a día también lo estarán.
Otro de los grandes retos es restaurar el Consejo de la Crónica y empezar a impartir un diplomado de historia quizá en conjunto con la Universidad de Coahuila.
El reto es invitar a las nuevas generaciones a que se acerquen a nuestra historia torreonense, lagunera, coahuilense y duranguense.
No es cualquier cosa es un gran reto pero es necesario.