“Zacazonapan, Zacazonapan, Zacazonapan.
“En el Estado de México nací. Yo soy de Zacazonapan donde crecí viendo la peña preñada y los Tres Reyes llenos de pinos, la Dura Cuesta y el Fraile, cañaverales y sus molinos. ¡Sí, señor! Llena de cumbres, mi tierra es un tazón. Pocas casitas y un raro cerro pelón.
“Y se escapan de mi Zacazonapan cantares que atrapan al corazón.
“Todos, todos tomemos, que brindaremos por Zacazonapan y por el Estado de México.
“Valle de Bravo, muy chavo conocí, ‘ora tiene una laguna que antes no vi.
“Luego pasé por Toluca, que es del estado la mera nuca.
“Y sin tocar al distrito, viví en Satélite y el Molinito. ¡Sí, señor!
“En Tlanepantla se palpa un dineral y es con Naucalpan la zona más industrial.
“Y se escapan de mi Zacazonapan cantares que atrapan al corazón.
“Todos, todos tomemos, que brindaremos por Zacazonapan y por el Estado de México.
“México, Patria y Estado. Soy mexicano dos veces, mi doble honor, todavía en hora temprana, pinta Velasco y escribe Sor Juana.
“Y allá en Texcoco, inspirado,
Netzahualcóyotl canta el estado. ¡Sí, Señor!
“Casi rodeando al distrito federal, como diadema lo luce la capital y se escapan de mi Zacazonapan cantares que atrapan al corazón.
“Todos, todos tomemos,que brindaremos por Zacazonapan y por el Estado de México.
Zacazonapan, Zacazonapan…”
Así reza la canción de Antonino Zamora que es casi un himno para los que viven, o más bien sobreviven, en el estado más grande de este país, con casi 20 millones de habitantes que dejan media vida en el tráfico al ir y venir del trabajo, cuando no les es arrebatada por los asaltantes que atracan de día y de noche en el transporte público, como hace ya un par de siglos lo hacían los bandidos de Río Frío a las diligencias en las inmediaciones del Pococatépetl y el Iztaccíhuatl, procedentes de Tepetlaoxtoc e inmortalizados por Manuel Payno en una de las primeras novelas históricas y costumbristas del México independiente.
Pues bien, en esa convulsionada entidad, que no conoce la alternancia partidista y que ha sido gobernada durante casi un siglo por el PRI y el famoso grupo Atlacomulco, también conocido como “Atracomucho”, habrá elecciones el próximo año.
Ahí se enfrentarán el grupo en mención, representado, lo más probable, por la ex alcaldesa de Metepec y diputada federal, Ana Lilia Herrera, contra la maestra Delfina Gómez, ex candidata a gobernadora y actual secretaria de Gobernación, o contra Horacio Duarte, administrador general de Aduanas y encargado de la Reforma Electoral que presentó el Presidente López Obrador hace unas semanas.
El senador Higinio Martínez, ex cabeza del grupo Texcoco, ex líder de Delfina y Horacio, desde hace mucho perdió la confianza y la simpatía de AMLO, quien en público y en privado defendía su otrora entrañable amistad.
Respecto al PAN, no veo cómo pueda prosperar la aspiración del ex alcalde de Huixquilucan, Enrique Vargas, quien trae pila pero de carbón, porque no le alcanza para encabezar la coalición del PRIANRD, por lo que, en caso de empecinarse, tendrá que ir solo, asegurándole con ello a Morena su triunfo, la supremacía del grupo Texcoco sobre el de Atlacomulco y un pie en la elección presidencial.
De tarea:
Zacazonapan significa algo así como pasto anegado y en Edomex hoy hace agua.
Marco Sifuentes