Política

¡Ganar y Punto!

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  • ¡Ganar y Punto!
  • Marco Sifuentes

Como consultores y estrategas políticos, no hay nada que justifique nuestro trabajo, que no sea ganar elecciones.

Campañas “bonitas” y originales son importantes, pero nuestro objetivo es ganar. ¡Y punto!

¿Ganar a costa de lo que sea? Definitivamente, no; siempre habrá un límite en nuestro ejercicio profesional.

No tenemos que “matar” a nadie, mentir ni robar para ganar una elección.

Sí debemos ser profesionales: investigar, elaborar una estrategia, planificar y, finalmente, gerenciar la campaña y crear contenidos de excelencia.

Las campañas se crean pensado y se ganan haciendo. De eso se trata lo que quiero compartirles: “El Modelo Sifuentes”, que parte de una “propuesta ganadora”, de un alto propósito y de una estrategia emocional. Un flechazo de razón directo al corazón. Porque todo lo que despierta una emoción proviene de la razón. No hay disociación ni mucho menos conflicto entre ambas, como algunos, de poco entender, quieren hacer parecer.

Al aceptar la conducción de una campaña, lo primero es analizar los perfiles. Quiénes somos y contra quiénes vamos. Cuando investigamos, difícilmente le haremos una campaña a un delincuente, a un corrupto o a un sinvergüenza (no importa lo que paguen). Tengamos siempre un propósito más alto como hacedores de líderes, de historias y de grandes cambios para poder encontrar el propósito que haga vibrar a una sociedad o pueblo entero para ayudar a mejorar sus vidas.

Estudiemos y empaticemos con los intereses, las creencias pero, sobre todo, los sentimientos de las personas, los grupos, comunidades, ciudades, provincias y naciones.

A partir de ello, tengamos claro nuestra propuesta ganadora, aquella que nos diferencie de los demás. Si vamos a defender la continuidad del oficialismo o a proponer un cambio; a despertar la esperanza o a mejorar la economía. Aunque siempre y, aun siendo gobierno, la gente espera cambio, no parálisis. El cambio es una constante, es movimiento, vida. Sin embargo, he visto campañas estúpidas pidiendo oponerse al cambio, como si le dijéramos a nuestras hijas e hijos que no crezcan. ¡Vaya despropósito!

Estamos aquí para cambiar la vida de millones de personas y esa debe ser nuestra propuesta de valor, nuestro propósito. Si tenemos un fin superior, haremos todo lo necesario, nos entregamos en cuerpo y alma, daremos la vida por alcanzarlo.

No se trata de dinero, medallas o premios; se trata de un fin verdaderamente superior, al grado de lo sublime y, cuando tenemos un propósito de ese tamaño, podemos alinear todo nuestro esfuerzo, del equipo y de la campaña, para ser imbatibles, ganar la elección y desde el gobierno, transformar la vida de sociedades enteras.

Las elecciones se pierden cuando no se sabe a dónde ir o porque la candidata o el candidato no saben dónde están parados ni lo que pretenden. Y si después de tener un propósito y hacer la mejor campaña posible, aun así se llegara a perder, aunque lo dudo, les aseguro que esa derrota les va a enriquecer más que muchas victorias juntas, porque hicieron todo lo que se tenía que hacer y simplemente no se reunieron todas las condiciones de parte de la campaña y la temperatura social no estaba al punto para determinado proyecto. También hay fraudes, trampas y errores que son determinantes.

Continuará.

Marco Sifuentes

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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