En medio del escándalo que el mismo ha forjado por su peculiar estilo de gobernar y de actuar conforme a sus intereses muy personales, Alejandro Moreno Cárdenas, Alito, todavía dirigente del CEN del PRI, podría ser removido o declarado “no confiable” para mantenerse en la dirigencia del tricolor hasta agosto del 2023 como, según él, está mandatado en los estatutos de su partido.
La actitud adoptada por el ex mandatario de Campeche que dejó grandes deudas y controversias de toda índole en el estado que gobernó hasta hace tres años, cuando decidió ser convocado a la dirigencia del PRI, no la tiene fácil como para no ser demandado ante los tribunales judiciales campechanos, toda vez que la actual Jefa del Ejecutivo estatal, Layda Sansores, indaga en los registros oficiales de todo lo que, en supuesto, malversó el multirreferido y controvertido dirigente.
A partir de la pérdida de las gubernaturas que mantenía el priismo en distintas partes de la República Mexicana y que lo ubicaron por muchos años como la segunda fuerza política del país y que con Moreno se terminó en los pasados comicios del 5 de junio, ya es censurado y descalificado por muchos sectores del priismo.
No obstante las derrotas ante Morena, se mantenía en el buen ánimo de las huestes tricolores, empero, la suerte le cambió de manera radical a partir de la citada pérdida.
Y es que pese a que los priistas, -los ex dirigentes de ese instituto encabezados por Manlio Fabio Beltrones- no saben por qué aún se mantiene con la expectativa de estar situado en la dirigencia hasta agosto del año próximo cuando de manera oficial concluirá su mandato, Alito los desafía.
Sin embargo, Moreno Cárdenas pese a las presiones políticas y a las descalificaciones que mantiene para sus colegas, podría ser removido en las próximas semanas cuando los propios dirigentes del partido hegemónico en el poder durante 70 años se reúnan para presionar al Consejo Político del tricolor y convocar a una asamblea extraordinaria donde se propondría los nombres de los nuevos líderes del Revolucionario Institucional.
Y es que la negligente actitud adoptada por el propio Moreno, al fiel estilo del presidente López Obrador, es decir, de descalificar a sus oponentes porque no están en su misma frecuencia, deja todo qué desear.
De ahí su cambio radical como “dirigente”, ya que se ha comportado incluso con los priistas críticos como lo ha hecho en los últimos días, Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación en tiempos de Enrique Peña Nieto, el líder de los priistas en el Congreso de la Unión no cede un ápice en su actitud hostil y egocentrista.
¿Con qué moral puede presentarse el ex mandatario de Campeche si también ha sido involucrado en abusos cometidos en su mandato gubernamental e incluso en la misma Cámara de Diputados se dedica a chantajear a sus correligionarios y también a los integrantes de la llamada oposición al régimen, panistas y perredistas?
Sin duda la suerte ya está echada como para que el tal Alito se despida de la dirigencia tricolor en breve luego de los yerros cometidos, quizá por inexperto o también por cinismo, en los que ha dejado de manifiesto que su comportamiento es censurable, a pesar de que dice que – supuestamente- lleva la política en el alma por tradición.
Notas de Transcendencia
El otrora vocero de Andrés Manuel López Obrador, que dejó de serlo a partir del presente régimen presidencial, César Yáñez, fue nombrado hace unos días como subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, con lo cual, sin duda, tendrá un mayor juego político a menos de dos años de qué se lleven a cabo las elecciones presidenciales.
Sin duda, Yáñez tendrá enfrente la gran responsabilidad de ligar a su nuevo jefe, el también tabasqueño Adán Augusto López Hernández, con la gente cercana a AMLO, quien también se vislumbra como uno de los serios aspirantes a la presidencia de México, porque así lo ha definido López Obrador.
De igual forma, el ex vocero de confianza de López Obrador, conocedor de los gustos más personales de éste, tejera fino a partir de hoy que fue designado en pro de Adán Augusto, a quien ni los conocedores del ideario del mandatario presidencial le daban oportunidad de situarse entre los elegidos y candidateables a la Primera Magistratura del país.
Marco Antonio García Granados
