El año pasado fue, en términos generales, bastante bueno para los inversionistas, ya que los principales índices mundiales tuvieron resultados muy positivos; esto era esperado debido a que en 2022 los resultados fueron francamente malos, en ese año perdieron dinero los grandes inversionistas en renta variable, pero también se perdió dinero en el mercado de bonos, con lo cual los únicos que no resultaron lesionados fueron quienes mantuvieron inversiones en deuda soberana y a plazos muy cortos.
Pero todo eso quedó atrás en 2023, por ejemplo, los principales índices de las bolsas en EU tuvieron magníficos resultados: Dow Jones subió 13.7%, S&P 24.2% y Nasdaq 44.5%. En México, el índice de la bolsa aumentó 18%; en Europa también las ganancias fueron importantes, ya que el Stoxx Europe 600 —representativo de lo que sucede en la zona— tuvo un rendimiento en euros de 12.7%. Por último, las bolsas en Asia fueron ganadoras, sorprendiendo Japón con su índice Nikkei, que creció 28.2%; la excepción fue China, donde su principal índice, el Shanghai Composite, fue el peor del mundo, con un retroceso de 4.5%.
Sin embargo, todo lo anterior es historia, y como muchas veces hemos platicado, rendimientos pasados no justifican ni proyectan rendimientos futuros; la historia se escribe día a día. Para este año mis expectativas son las siguientes: las inversiones en renta fija, preferentemente en deuda soberana calificada, tienen una perspectiva de muy buen rendimiento dado el nivel de las tasas de interés, y aunque tenderá a bajar poco a poco a lo largo del año, los inversionistas se beneficiarán de altos rendimiento y, en muchos casos, de ganancias de capital por el incremento que puede tener el precio de los bonos de mediano y largo plazos.
Como ejemplo de lo anterior pongo a México, donde el rendimiento de los pesos en deuda soberana fue de 11.25% en 2023; a pesar de que se espera que Banxico baje la tasa de referencia —quizá 150 puntos base— el rendimiento promedio de estas inversiones, en este año, estará por arriba de 10.5%.
Lo mismo sucederá en otras inversiones de deuda soberana de países desarrollados y emergentes pero, por lo que se refiere a renta variable, que son inversiones de riesgo, no creo que sea posible superar los rendimientos del año pasado, por ejemplo, si tomamos en cuenta el S&P, para este año creemos que llegará a alrededor de 12% y no el 24.20% que rindió en 2023.
Para el IPC en México, que subió 18% en 2023, este año creemos que apenas logrará 12%. En cambio, en Europa los índices podrán rendir un poco más que el año anterior; me parece que la sorpresa puede ser el sureste asiático con las bolsas en China como motor, donde los rendimientos en dólares pueden ser del orden de 20%.
Algo que puede cambiar esta perspectiva, sobre todo para activos más riesgosos, es que la geopolítica mundial sigue muy complicada, y estos temas siempre tienen, cuando menos en el corto y mediano plazos, impactos negativos en el rendimiento de las inversiones.