Existen tres razones que explican por qué los mercados financieros han tenido resultados negativos (sobre todo las bolsas); sin embargo no solo las bolsas han resentido este efecto, también la volatilidad ha sido elevada en el precio de las monedas y en las tasas de rendimiento de los bonos soberanos, lo anterior casi en todo el mundo.
Los tres principales factores que han creado mucha incertidumbre son: la pandemia en sus dos fases: la variante ómicron (al inicio del año— y los rebrotes en China durante el primer trimestre. En segundo lugar, la invasión de Rusia a Ucrania el 24 de febrero, misma que tiene ya casi tres meses, y la más importante es la fuerte inflación que se inició también este año con gran fuerza y que está teniendo como consecuencia un endurecimiento de las políticas monetarias en todo el mundo, cuya medicina más eficaz es subir las tasas de interés.
Los mercados han reaccionado en forma negativa porque aún no se ve claro cuándo se empezarán a resolver estos problemas, pero tengo la impresión de que han exagerado la situación y esto no les permite ver con claridad el futuro; los inversionistas llevan casi 15 años viendo que los bancos centrales han sido motor del crecimiento económico, por eso ahora que están cambiando de actitud se espantan y reaccionan en forma más negativa de lo que debía ser.
Respecto a la pandemia y el caso de China, todo indica que los contagios ya disminuyen rápidamente y que es posible que en junio se empiece a abrir de nuevo esa importante economía; de cualquier forma, China todavía tiene un problema estructural, y es que al no haberse infectado los chinos durante 2019 y 2020 no han creado los suficientes anticuerpos para generar una inmunidad de rebaño, amén, claro, de que su vacuna ha resultado poco efectiva para ómicron. La única salida de China para mejorar su situación es perfeccionar su vacuna o adquirir los fármacos efectivos de Occidente; si no lo hace, el problema de los rebrotes seguirá presente.
Por lo que se refiere a la invasión de Rusia a Ucrania, ahí si no sé ni qué decir, pensé que no duraría más de unas semanas y ya lleva casi tres meses; creo que Occidente se equivoca al alentar a que Ucrania siga resistiendo, pues EU y Europa ponen dinero y armas que les sobran, pero los muertos los pone Ucrania; es una situación donde nadie ganará, pero el que más está perdiendo es Ucrania.
Por último, la inflación —y me refiero a la de EU— es posible que empiece a declinar poco a poco; la de abril de 8.3%, al ser menor que la que se alcanzó en marzo de 8.5%, nos da la esperanza de que ya hayamos visto lo peor; claro que es solo un dato y es temprano para cantar victoria, hay que ver mayo y junio para corroborar que sea tendencia.
Los mercados siempre se recuperan, y esta vez no será la excepción.
Manuel Somoza