El miércoles la Reserva Federal bajó la tasa de referencia de 2.25 a 2% y con esto se cumplió el pronóstico de los mercados; sin embargo, la decisión no fue fácil para Jerome Powell (presidente de la Fed), ya que la disposición de los miembros que votan no fue unánime. La mayoría estuvo a favor de bajarla, otros hubieran preferido dejarla sin cambio y unos cuantos opinaron que el recorte fuera de medio punto en lugar de un cuarto, que fue lo que finalmente se hizo. Además, los principales intermediarios del sector bursátil presionaron para que la postura fuera más relajada hacia el futuro, lo que implicaría futuras bajas, y qué decir de la presión de Donald Trump que, sin respetar la autonomía de la Fed, le pidió a su presidente que bajara cuando menos 50 puntos base. El resultado fue que Powell, apoyado en esa autonomía, bajó solo 25 puntos base. La decisión además de ser valiente fue atinada.
La economía de EU disminuyó su ritmo de crecimiento, pero no ha dado muestra de que una recesión esté a la vista; los datos del empleo son buenos, el consumo crece adecuadamente y lo que sí preocupa es que los volúmenes de inversión disminuyeron por la incertidumbre de no saber en qué terminará la disputa comercial con China. Esta cuestión es la principal razón de las preocupaciones del mundo sobre el futuro económico del planeta para los próximos años; por lo tanto, resultaría irresponsable adelantarse con una política monetaria laxa que implique más bajas en las tasas y una expansión monetaria, como en el ciclo de 2009 a 2014, en el cual la Fed emitió más de 4 trillones de dólares para compra de bonos al sector financiero.
La Fed debe cuidar sus mecanismos de defensa, el nivel actual de la tasa de interés de 2% es la mitad de lo que debería ser, ya que no dio tiempo de que la tasa alcanzara su nivel neutral (estimado en 3.5 y 4%). Si la Fed baja la tasa en forma más agresiva, sin que la economía lo requiera, qué hará cuando de verdad se necesite y no haya margen porque la tasa se llevó a cero, ¿pondría tasas negativas como en Europa y Japón? Dichos mecanismos no han probado su eficacia, pues si así fuera dichas regiones crecerían como la espuma, y la realidad muestra lo contrario.
La Fed actuó muy bien, ahora le toca al gobierno hacer su parte con políticas fiscales adecuadas que disminuyan el gasto corriente y estimulen la inversión en infraestructura; sus vías de comunicación están lejos de ser las mejores del mundo. En Europa, Japón y China son mejores, y qué decir de la red ferroviaria que no se compara con las de los países mencionados; hace cuánto que no se construye un puente o túnel, que tanta falta le hace a Manhattan, así como decenas de obras necesarias que no se han hecho en los últimos 25 años. Esto daría aliento a la economía de EU, y no solo medidas monetarias, que si bien ayudan son finitas, exagerar con ellas causa enormes distorsiones que a la larga generarán problemas. En resumen, bravo a la decisión de la Reserva Federal.
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