El miércoles, la Reserva Federal dio a conocer lo que piensa hacer con la política monetaria de su país y, como se esperaba, no se anunciaron cambios respecto a lo que hoy ya se conoce; aunque después de decir que la tasa de interés se mantendrá en cero y que la reducción de estímulos continuará conforme al calendario, para terminar en marzo, el presidente de esta institución, Jerome Powell, ofreció una conferencia de prensa.
Hasta ese momento, los principales índices bursátiles de EU presentaban alzas importantes —después de muchos días con contracciones—-; sin embargo, a medida que el discurso de Powell avanzaba, los mercados se empezaron a deteriorar, y la razón es que los inversionistas esperaban un mensaje distinto, querían escuchar comentarios que los tranquilizaran y ofrecieran mayor certidumbre sobre cuánto, cómo y cuándo la Fed pensaba implementar el alza de tasas.
En la reunión anterior la Fed dijo que era posible que la tasa subiera tres veces durante este año en un cuarto de punto cada vez, y ahora eso no se mencionó y solo dijo que las tasas subirán, que las cifras de empleo eran muy robustas y eso permitirá el alza de tasas sin afectar la expansión. Este comentario abrió la puerta para que muchos inversionistas piensen que ahora la política será más agresiva, es decir, que la tasa de referencia podrá subir más de lo estimado; además, fue poco claro en relación a la reducción del balance de la institución.
Para que el lector entienda, la Fed, por haber comprado bonos para inyectar liquidez a la economía, tiene en su balance casi nueve trillones (en anglosajón) de dólares en bonos y quiere reducir esa cantidad poco a poco para regresar a un mejor balance. El tema es importante, pero Powell no supo o no quiso decir cuándo y cuánto lo quería reducir, lo único que dijo es que era un tema nuevo y estaban pensando en cómo llevarlo a cabo; obvio una respuesta así pues genera más incertidumbre, porque siendo un tema tan importante, nadie cree que la Fed no tenga ya una estrategia lista.
La manera de comunicar de la Fed siempre ha sido complicada y depende del estilo de los presidentes en turno; es lógico que en el caso que ahora nos ocupa que Powell no se haya querido comprometer, pero sí podría haber dicho cosas como que esperaba actuar con mucha prudencia, que el escenario de la economía seguía positivo y que la inflación —con base en sus análisis— tendería a moderarse en el mediano plazo, lo cual ha sido su discurso en los últimos meses.
Ayer los mercados asimilaban el discurso de la Fed de forma más objetiva, por fortuna salieron muy buenos datos de la economía en el cuarto trimestre del año pasado —con crecimiento de 6.9%—- y un alza en todo 2021 de 5.8% que es magnífico. Al final, lo que vemos es que los fundamentales están sólidos, crecimiento económico y un buen año para las empresas. La inflación tardará un poco más en ceder, los cuellos de botella en las cadenas de valor se están resolviendo poco a poco, y no se nos olvide que, según los expertos, en la primavera el tema del covid y ómicron estarán controlados.
Manuel Somoza