El miércoles, la Reserva Federal comunicó a los mercados que dejaba sin cambio su tasa de interés de referencia en 2.5 por ciento; en el mensaje posterior Jerome Powell, su presidente, indicó que la institución está preparada para actuar si se requiere —es decir, si la economía estadunidense empieza a mostrar signos preocupantes de desaceleración—, y comentó que algunos de los miembros de su consejo se inclinaban a que hubiera una baja de tasas este año, aunque en la votación que se llevó a cabo de los 17 miembros, ocho votaron a favor de que la tasa bajara este año y ocho de que se mantuviera sin cambio hasta diciembre, y un desvelado voto para que la tasa se subiera.
Al final, yo creo que la tasa bajará este año, cuando mucho una sola vez un cuarto de punto, claro siempre y cuando Estados Unidos y China lleguen a algún acuerdo razonable en la disputa comercial que tienen hoy; si esto no sucede, la tasa pudiera bajar más de una vez este 2019.
Para los mercados mexicanos el resultado de la reunión fue bueno; el peso se fortaleció y rompió el 19 hacia abajo, cotizando sobre 18.97 a lo largo del día de ayer. Por supuesto que el mensaje de la Fed abre una ventana para que Banco de México pueda bajar también un cuarto de punto su tasa, para finales de año.
Lo que sí ratifica mis preocupaciones es que la creación de empleos formales en el IMSS en el mes de mayo fue de apenas 3 mil 983; esto significa una contracción de 88 por ciento en la comparación anual.
En resumen, la economía está estancada y el crecimiento será verdaderamente pequeño este año; si no se recapacita y se rectifican las medidas económicas que se han tomado, dentro de 12 meses las cosas van a estar mucho peor.
En materia económica, haber presentado y estar cumpliendo un presupuesto fiscalmente responsable fue una magnifica iniciativa, lo que nos ha permitido tener estabilidad cambiaria, inflación a la baja, crecimiento de las reservas y déficits muy manejables; pero de qué sirve todo eso si hay cero crecimiento. Para crecer hay que invertir, y la inversión está parada; para destrabar esta situación se necesita generar confianza y ser congruentes, y el gobierno no ha generado lo primero ni lo segundo.
Como muestra de lo anterior, un botón: el día que anuncian el pacto con el sector privado para que éste invierta 32 mil millones de dólares, una hora después la Secretaría de Energía anuncia la cancelación de las siete licitaciones para que el sector privado participe con Pemex en los farmouts.
¡Qué incongruencia! por fin qué es lo que se busca, generar inversión o que prevalezca el estatismo que tan pésimos resultados nos dio en el pasado.
Es necesario recapacitar, aún hay tiempo; el que hoy nos ayude la política monetaria de la Reserva Federal no es suficiente, tenemos que generar confianza y cada vez estamos más lejos de ello.
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